“Toc Toc”: psiquiatría, arte y teatro

“Toc Toc”: psiquiatría, arte y teatro

El arte fortalece al espíritu. El teatro es la expresión viva de lo que acontece en la sociedad, en las personas y en la vida diaria. La psiquiatría trata las enfermedades: trastornos, alteración del pensamiento, la conducta y comportamiento de las personas. Siempre se ha dicho: “de poeta, artista y loco, todos tenemos un poco”. Ahora, el genio, talento y disciplina de Gianni Paulino ha puesto en las tablas la obra: “Toc Toc” del dramaturgo francés Laurent Baffie, acompañada de 5 actores brillantes que manejan sus personajes a la perfección y, para el colmo, la llevan a comedia, la risa, la cotidianidad, la angustia, y el sufrimiento de los que padecen de un trastorno obsesivo compulsivo. Exmin Carvajal, Orestes Amador, Francis Cruz, Patricia Muñoz, Gianni Paulino y Lorena oliva son los pacientes llenos de manía, rituales, obsesiones, impulsos y pensamientos automáticos que van desde: aritmomanía, nosofobia, síndrome de la Taurette, ecolalia, simetría, verificación y obsesiones de todos tipos. Y para que las cosas queden en su lugar, “Toc Toc” está dirigida en las manos de la dramaturga, maestra de maestras, doña Germana Quintana. Los trastornos obsesivos compulsivos forman parte de la consulta del psiquiatra y psicólogos. Donde el paciente sufre de ideas, pensamientos recurrentes y angustiantes, de los que no puede desprenderse, teniendo que realizar acciones o conductas impulsivas, sintiéndose más relajado, pero no parar, ni controlar esta necesidad, o esos pensamientos que se hacen desesperantes. Existen obsesivos con el orden, la limpieza, la puntualidad, la higiene y el control, etc. Donde son personas psicorrígidas, que se sobreexigen a ellos mismos; llegando al comportamiento sobreexigentes, controladores, verificadores o muy moralistas y ahorradores, que les dificulta las relaciones de pareja, familia, laboral o social. De ahí que el Toc, se encuentre entre las 20 primeras enfermedades incapacitantes y disfuncionales que angustian, deprimen, e imposibilitan las relaciones interpersonales, armonía y bienestar del propio paciente.

“Toc Toc” es una brillante obra que: psiquiatras, psicólogos, estudiantes de psicología, parejas y familia deben acudir a la sala Ravelo del Teatro Nacional los fines de semana para reírse, educarse, identificar, descubrir algunas manías, obsesiones y patrones conductuales de los que nos vamos haciendo prisioneros como: verificar puertas, neveras, tanque de gas, carro, llaves, limpieza y selección de ropa; orden y perfección, en que deben de estar las cosas. “Toc Toc” me impresionó y me recordó varios de mis pacientes con obsesiones comórbidas: con depresión, ansiedad, fobias e ideas paranoides a las que hay que medicar y combinar con las terapias cognitivo conductual. En la obra, la terapia es grupal, donde existe incomodidad, desconfianza y estrés para hablar su intimidad delante de terceras personas; pero al final deciden hacerlo, y llegan a confesar, sus manías, trampas y limitaciones. Pero como toda terapia de grupo, se desarrolla con una dinámica de psicodrama que pone a cada obsesivo sobre el escenario, donde trata de resolver su problema con la ayuda de los demás, donde cuentan y expresan sus angustias, sufrimientos, temores y fobias. Gianni Paulino, una paciente con fobia y pánico a las enfermedades, gérmenes, al sucio, al ambiente contaminado, llevándola a lavarse las manos de forma compulsiva más de 10 veces en menos de dos horas. Cada actor, en plena tabla, se crece, estimula y provoca a que las personas piensen en sus manías y rituales, o al menos, piensen en las que dejaron en casa, en el trabajo, del compadre, el amigo, que tiene rasgo obsesivo o el Toc. Confieso, siempre he visitado el teatro; me ayuda y me recrea la cotidianidad de mi consulta; los problemas de las personas, los temperamentos, carácter, rasgo y personalidad. En esta obra aparece la psicopatología de los trastornos neuro-psiquiátricos y psicológicos de los trastornos obsesivos que afectan un 6% de la población mundial, con una prevalencia de 1 a 3% en los adultos y un 0.50% en niños y adolescentes. La grandeza del teatro y de los actores descansa en hacer más liviano y ligero lo que a un paciente le cuesta contarle a su médico.

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