¿Tocando fondo?

¿Tocando fondo?

LUIS REYES SANTOS
rl.reyes@codetel.net.do
El aumento persistente durante el último año de los precios internacionales del petróleo y de las principales materias primas para la producción de alimentos, la crisis en curso del sistema financiero de los EU y el fantasma de una recesión económica en ese país que agrave los efectos político y económico que ya se comenzaron a sentir en los países en vía de desarrollo no productores de petróleo, han sumido en una profunda incertidumbre el futuro inmediato de nuestras economías.

Esto ha provocado que importantes segmentos de la población se mantengan  expectantes sobre el curso de los acontecimientos, mientras se preguntan cuándo tocaremos fondo y comenzaremos a recuperarnos. 

Lo que sigue a continuación es un esfuerzo para explicar el origen y evolución de la crisis financiera actual de los EU y sus efectos en el comportamiento reciente de los precios de las materias primas, así como las perspectivas económicas a corto plazo de las naciones en desarrollo no productoras de petróleo. Además de las razones que se exponen, en el comportamiento reciente de los precios de las materias primas influyen  otros factores importantes de tipo estructural que no se abordan en este artículo, en beneficio de la simplicidad de exposición.

Crisis financiera
En la segunda mitad del 2007, se inició la caída en el precio de las viviendas. Durante  más de un lustro el mercado hipotecario había funcionado sin regulación, ni supervisión, mediante el otorgamiento de hipotecas a tasas de interés que debían ajustarse en el tiempo y que tomaban como referencia el crecimiento del valor de los inmuebles, sin que importara, como debió ocurrir, la capacidad de pagos de los usuarios del crédito. En ese período los prestatarios se beneficiaron de las bajas tasas de interés que prevalecieron luego del 11 de septiembre del 2001 y del auge de la economía que se generó posterior a la recesión que se verificó en este mismo año.

Los flujos generados por las hipotecas contratadas  sirvieron de garantía para la emisión de una gran cantidad de instrumentos –derivados-  adquiridos por entidades de los principales mercados financieros del mundo, particularmente en los EU. A mediados de la presente década,  el banco de la FED  comenzó a elevar las tasas de interés para contener las presiones inflacionarias domésticas. Tiempo después comenzaron a vencerse los plazos establecidos para la revisión de las tasas de las hipotecas, las que tendrían que ser aumentadas por las nuevas condiciones del mercado monetario.

En este escenario, un número cada vez mayor de personas se encontró en una situación de incapacidad para  pagar sus hipotecas, lo que   endureció las condiciones para nuevos préstamos, reduciendo la demanda de viviendas, y   dio lugar al inicio de un amplio proceso de ejecución judicial de casas en garantía, que  fueron creando una situación de sobre oferta que presionó el precio de los inmuebles hacia la baja.

A medida que las viviendas disminuían de valor, otros propietarios que se encontraban en la fase temprana del pago de sus préstamos perdieron interés en seguir pagando, porque  el valor de su deuda era mayor que el  de su vivienda. Esto afectaba más a aquellos adquirientes de segunda vivienda, una modalidad  muy popular por las ganancias especulativas  en ese segmento  de la construcción, previo  a la crisis. 

Para el tercer trimestre del 2007, la cesación de pagos por parte de los prestatarios afectó los flujos que servían de garantía a los instrumentos que habían sido adquiridos en los mercados, por lo que estos activos perdieron parcial o totalmente su valor, lo que ocasionó pérdidas extraordinarias, por los montos involucrados, a las entidades financieras tenedoras  y ameritó fuertes inyecciones de capital a varias de las firmas financieras más grandes del mundo.

Lo peor, y que creó  un ambiente de desconfianza, es que  no se conocían los riesgos que enfrentaba cada entidad en particular, pues, además de que el estimado de las pérdidas es difícil en estos ambientes de deterioro progresivo, lo complejo de los instrumentos derivados adquiridos hacía casi imposible cuantificar las pérdidas reales incurridas. Esto limitó la liquidez interbancaria, con sus implicaciones sobre la liquidez del resto del sistema financiero.

A partir de septiembre del 2007, anticipándose a la situación, la FED comenzó a bajar la tasa de interés. Además, para cumplir con su rol de prestamista de última instancia del sistema financiero, otorgó  flexibilidades extraordinarias para que las entidades que enfrentaban dificultades tuvieran mayor acceso, mediante el uso de redescuento, a la liquidez proveniente de esa institución para incentivarc un mayor flujo interbancario. En el  gráfico 1, se observa como a partir de septiembre la tasa de interés de corto plazo (90 días) comenzó a caer de manera persistente.

Al inicio del 2008, el sistema financiero de EU enfrentaba un deterioro tan severo en términos de liquidez que amenazaba con crear una crisis sistémica a escala mundial, por la fuerte vinculación del resto de los sistemas financieros de países desarrollados con ese mercado. A manera de ilustración, la exitosa E*trade,  la segunda firma mas grande de las que operan solo electrónicamente, vio reducir sus activos por retiros de clientes en más de 56.000 millones de dólares entre octubre del 2007 y febrero del 2008. A finales de marzo, la FED había otorgado unos US$400,000 millones en préstamos a la banca, incluyendo una línea de crédito a JPMorgan por US$29,000 millones para que tomara el control de  Bear Stearns, un ícono del sistema financiero de los EU  que sobrevivió a la crisis  del 1929 y que colapsó por iliquidez.

La FED enfrentaba  una situación de objetivos de política en conflicto: o se  concentraba en controlar  el crecimiento de los precios internos o preservaba el sistema financiero y claramente optó por lo segundo. A partir de enero propició un aumento aún mayor de la liquidez, lo que se expresó en un fuerte crecimiento de la oferta monetaria ampliada (M2).

Continuando con su política de salvataje del sistema, en  marzo la FED permitió el acceso de entidades no bancarias a fondos federales, un hecho cuyo único precedente se remontaba al 1929. Para ello se creó una línea  de asistencia financiera  de  US$200,000 millones para socorrer estas entidades que, en  unos casos, entregaban en garantía instrumentos que tenían como colateral hipotecas de vivienda, por lo que su valor era cuestionable. A mediados de mayo  se habían financiado  US$165,000 millones con cargo a este fondo, a una tasa de sólo 0.1% mensual.

 Precios del petróleo y crisis financiera.  El aumento de la liquidez profundizó la caída de la tasa de interés y reforzó la debilidad del dólar frente a otras monedas fuertes, particularmente frente al Euro. Los países productores de petróleo ya habían aprendido la lección. La política debía ser modificar los precios según la evolución del dólar, pues una moneda más depreciada  con precio fijo significaba venderlo  relativamente mas barato, lo que equivaldría a una transferencia de riquezas desde los países productores a los consumidores de los EU. En ese contexto, una parte de la crisis financiera podría ser pagada desde el exterior, pues el impacto inflacionario de la expansión de la oferta monetaria resultado de decisiones de la FED,  se compensaría parcialmente por menores precios internos del petróleo.

Entre marzo del 2007 y abril 2008, el cambio en los precios del petróleo reflejó una variación casi idéntica a la tasa de depreciación del dólar frente al Euro. Excepciones fueron el período  entre la segunda mitad de diciembre y la primera de enero, y  en las semanas finales de marzo e inicio de abril. La conclusión es clara, en ese período hubo una fuerte vinculación entre precios internacionales del petróleo y el comportamiento del dólar, explicado en gran medida por las acciones de la FED. Al analizar  el precio del petróleo y su impacto en nuestra economía hay que  considerar las perspectivas del sistema financiero de EU.

LA CIFRA

400 mil millones de dólares.  Había otorgado la FED en marzo en préstamos a la banca, incluyendo una línea de crédito a JPMorgan por US$29,000 millones para que controlora a  Bear Stearns, icono del sistema financiero de EU que  sobrevivió a la crisis  del 1929 y que colapsó por falta de liquidez.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas