Toda una tradición navideña
Luisa de Peña es una mujer de historia, arte y colecciones

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Fotografías. Iluminada Paulino
Luisa De Peña Díaz es una mujer amante de la cultura y el arte en general. Entrar a su hogar provoca la sensación de adentrarse a un mundo lleno de curiosidades, cada espacio exhibe un recuerdo, una pieza de arte que refleja su personalidad y pasión por lo bello y lo tradicional.

Su trabajo en el mundo de la museología ha influido considerablemente en la decoración de su casa, su amor por coleccionar se demuestra a cada instante y hoy nos permite adentrarnos en una de esas posesiones  de valor incalculable y que para ella la conduce a un mundo de reflexión, de encuentro con lo divino y con la esencia misma del cristianismo, en nacimiento del niño Dios. 

 ¿Qué cantidad de belenes posees y como inicia toda esta historia?

Hasta la fecha tengo 163 belenes. Inicie después de un viaje a Israel, donde compré el primer pesebre en la ciudad de Belén. Lo adquirí para mi madre, pero en ese momento me fijé en  la riqueza artesanal de los modelos que había y me llamó mucho la atención las diferentes interpretaciones que encontré. A partir de ese momento comencé a fijarme más en ellos.

¿Qué significado tiene para usted cada uno y que la motiva a  coleccionarlos?

Resulta que siempre que uno viaja quiere traer un recuerdo y consideré apropiado buscar el mismo motivo. Esto unido a que el pesebre simboliza el nacimiento del Señor Jesús, la esperanza de un mundo nuevo, el inicio de una nueva Era, la Cristiana, a través de la cual se enseña el amor, la justicia, el derecho individual de nosotros y nosotras, como seres humanos, únicos y amados por Dios.

Como todas las cosas, fui evolucionando y ahora, que tengo una colección bastante amplia, cuando escojo algún pesebre me fijo en muchas cosas. Las expresiones de los rostros, el material, el color, el tamaño, siempre hay un detalle que me dice: este debe ser parte de mi compilación.

¿Cuál es el que más le gusta y por qué?

Me gustan todos. Pero siempre hay favoritos, el del maestro Guayasamín es espectacular, hay uno de cera color vino que me lo regaló mi hermana, también el primero que compre porque es de Tierra Santa y especialmente porque San José está abrazando a la Virgen en un gesto de protección. El ruso tipo matrioska por su colorido y detalles. Hay uno de Brasil que está acompañado de una historia graciosa y cada vez que lo veo la recuerdo y me rio.

 ¿Cuál es esa historia?

Resulta que estaba en un encuentro de especialista de museos, todos mis colegas conocen mi afición a los belenes. Y encontraron un museo de pesebres y fuimos a visitarlo, ellos habían hecho una apuesta, la cual desconocía, sobre cómo iba a ser mi reacción al llegar al museo. La primera parte me la reservo, pero la segunda era que yo iba a preguntar: ¿dónde está la tienda?, yo quiero este. Efectivamente no se equivocaron, nos reímos mucho, a veces soy muy transparente y coleccionar belenes se ha vuelto una pasión.

¿Cuál ha sido el que más problemas le ha dado  encontrarlo?

  El de Cuba me dio mucho trabajo, visité La Habana por una semana y estaba decidida a conseguir un nacimiento, como comprenderás es poco común, además era verano. Fui a un Congreso de Cultura y en los recesos me la pasaba investigando, en los momentos libres caminé la ciudad  y le preguntaba a cuanta persona encontraba. Finamente el último día fui a un Feria Artesanal cerca de la Catedral y allí lo encontré.

Hay un nacimiento que realmente no es algo especial, pero tiene luces y a mí me gustó mucho, me imagino que me remontó a mi niñez, lo compré en Miami, es de fabricación masiva pero me atrajo. La caja en la que venía era bastante grande y el en avión no entraba en ninguna parte, recién había pasado el 9/11 y estaban muy estrictos, entonces la sobrecargo me dijo que debía enviarlo con el equipaje,  la pelea que entablé fue increíble le dije que mejor me quedaba, la sobrecargo muy amable me permitió volar todo el camino con el abrazado en mi regazo. 

¿Hasta cuantos belenes le gustaría llegar?

No sé, ya veremos.

Luisa es   Diseñadora de Interiores, con una especialidad en diseño de museos y en Gestión, Economía y Financiamiento de la Cultura en el área de museos. Tiene un postgrado y maestría en Museología-Museografía, y en la actualidad  prepara su tesis doctoral en Museología. Es especialista en Museos de Memoria. Es presidente del Comité Nacional Dominicano del Consejo Internacional de Museos, ICOM, así como  miembro de la Junta Directiva del Comité Internacional para Museos Memoriales sobre Víctimas de Crímenes Públicos y de Lesa Humanidad ICMEMO. Es la primera dominicana miembro del Comité Permanente de Asuntos Legales del ICOM Mundial, en Paris, Francia. También la primera dominicana Miembro del Comité Nacional de Programación de la Asociación Americana de Museos, AAM, en Washington. En la actualidad es directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana. Como consultora internacional soy asesora del Complejo Cultural Osvaldo Guayasamín, Quito, Ecuador

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