Todas las cartas sobre la mesa

Todas las cartas sobre la mesa

El Gobierno tiene a la vista los blancos que atacaría con  su reforma tributaria para captar recursos con los que cubrirá parte del déficit fiscal. El país conoce  cuánto y cómo subiría el Itbis y cuáles renglones serían afectados. Es más, se tienen cálculos aproximados de lo que ingresaría por ese y otros conceptos incluidos en la propuesta de reforma. Están calculados, inclusive, los posibles efectos secundarios del remedio. Pero, como detalle curioso, se mantiene en absoluta reserva los detalles del déficit.

Ha sido muy oportuna la iniciativa del Consejo Económico y Social, que existe por mandato constitucional y tiene bajo su responsabilidad la búsqueda de un consenso para la reforma fiscal, de   pedirle formalmente al Gobierno los detalles del déficit fiscal, de su naturaleza y causas. Estamos ante un caso atípico, en el que el contenido de las recetas se pone a conocimiento de todos, pero la naturaleza de la enfermedad se oculta como si se tratara de algo vergonzoso.

Los ciudadanos, a los que se les pide comprensión ante una reforma fiscal que les obligará a apretarse el cinturón, tienen derecho a saber cómo una economía “robusta y blindada” como la nuestra, de pronto da un traspié y va a parar a un hoyo fiscal de grandes dimensiones. Hay que poner sobre la mesa todos los detalles del manejo y destino que se dio a los dineros del presupuesto.

Es necesario arreglar la luz

Para enfrentar de manera integral el problema del servicio de electricidad, la revisión de los contratos entre el Estado y los generadores es una pieza de primer orden. Algunos de los arreglos con este sector han sido pasos desacertados, dados por recomendaciones de organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y otros resultantes de pésimas negociaciones llevadas a cabo por gobiernos.

La CDEEE ha convocado a una reunión con los protagonistas del mercado eléctrico, para revisar las relaciones y procurar soluciones de conjunto. El tema de los contratos con los generadores está entre las prioridades de la agenda. El servicio de suministro de electricidad debería ser motor, no retranca, del desarrollo económico del país. Ponerlo en las mejores condiciones posibles debe ser una meta de los actores de ese mercado. Hay expectativas por esa reunión.

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