Todavía hay nostalgia por las dictaduras

Todavía hay nostalgia por las dictaduras

POR FERNANDO QUIROZ
Todavía, por desgracia, en América Latina hay nostálgicos de los regímenes autoritarios que creen que un “hombre fuerte” y un sistema dictatorial pueden ser más eficaces que una democracia, lamentó anoche el escritor Mario Vargas Llosa, tras presentar en el país la película La Fiesta del Chivo, basada en su novela homónima.

 Esta novela recrea el final de la dictadura del dominicano Rafael Trujillo.

Vargas Llosa, acompañado del director del filme, su primo Luis Llosa, y de los protagonistas, la italiana Isabella Rossellini (Urania Cabral) y del cubano Tomás Milián (Trujillo),  estimó una ingenuidad que favorecen la dictadura por encima de la democracia.

Para el rodaje de la película se erogó un presupuesto de US$10 millones, unos RD$300 millones, dijo el director Llosa, quien espera recuperar la inversión tras la presentación en Berlín, España, Perú, República Dominicana y otras naciones.

“Yo no escribo novelas para mandar mensajes, sino para contar historias, pero desde luego que me sentiría muy satisfecho, contento y estimulado si en los lectores de La Fiesta del Chivo quedara la impresión del horror que significa una dictadura en todos los sentidos”, expresó Vargas Llosa, tras resaltar que el tema es universal.

La primera presentación de la película fue hecha en el cine del Malecón Center, en la avenida George Washington y estuvo dirigida a representantes de medios de comunicación.

Vargas Llosa, peruano nacionalizado español, criticó, sin embargo, que bajo el sistema de la democracia se actúe a veces de manera ineficaz y corrupta.

La novela La Fiesta del Chivo fue publicada en abril del año 2000 con la visita de Vargas Llosa al país.  Ahora, tras su filme en el país, es llevada al cine con la presentación de escenas con los deslumbrantes vestuarios militares del Jefe y otras alegóricas a la época. Trujillo gobernó el país con manos de hierro, silencio o muerte, por más de 30 años, 1930-1961. A las 7:30 de la noche de hoy, también en los cines del Malecón Center, será la primera presentación pública, con boletas a un costo de RD$1,500 por persona, a beneficio del Hogar Renacer de las Hijas de la Caridad, una entidad dedicada a socorrer niños abusados a través del Despacho de la Primera Dama.

“Es una ingenuidad que muchas veces ha hecho abrir los brazos  a dictaduras que inevitablemente han destrozado las economías de estos pueblos,  han retrasado y desde el punto vista moral y cívico, han hecho retroceder a cero”, insistió sobre las dictaduras.

Durante la presentación de la película también estuvieron presentes el dominicano Pericles Mejía, quien encarnó a Joaquín Balaguer; Nuryn Sanlley y José Guillermo Cortíñez, quienes desempeñaron otros roles. 

En la mesa de presentación estuvieron, igualmente, el secretario de Cultura, José Rafael Lantigua y el crítico de cine Arturo Rodríguez.

Se sentiría muy bien, insistió, si su obra La Fiesta del Chivo abriera los ojos sobre el desastre que significa una dictadura.   

Trujillo es para Vargas Llosa el representante emblemático del fenómeno de las dictaduras que prácticamente vivió toda América Latina.

Aunque no tiene ningún proyecto de volver a escribir sobre dictaduras, Vargas Llosa señaló que no dirá “de esta agua no beberé”.

“Después de escribir Conversación en la Catedral dije: Ya no escribo más una novela sobre una dictadura porque trabajé tres años en esa novela y me sacó todas las canas que tengo, y ya vez, escribí La Fiesta del chivo”.

Igualmente, contó que desde joven decía que nunca escribiría de humor por considerar que estaba reñido con la buena literatura y que terminó escribiendo de humor. Los temas le salen al encuentro y se ve empujado a escribir sobre ciertas cosas, abundó.

El director del filme prometió una versión para televisión de la película para aprovechar escenas que por falta de tiempo fueron sacrificadas como las interpretadas por Sonia Alfonso sobre Minerva Mirabal, una de las tres hermanas asesinadas por la dictadura el 25 noviembre de 1960.

ACTORES

Tanto Isabella Rosellini como Tomás Milián contaron ligeras experiencias sobre La Fiesta del Chivo.

Para “empaparse” de Trujillo, Milián leyó el libro Trujillo visto por un Psiquiatra, del doctor dominicano José Miguel Gómez.

Para él fue un honor personalizar al dictador criollo, no por admiración, sino por la complejidad del tema y por saber de dónde venía tanta maldad.

Rosellini encarnó a Urania, quien al final de la obra fue violada por el tirano.    

DE TRUJILLO A FIDEL

Vargas Llosa de buena manera refutó la consideración de Milián, de que Trujillo y Fidel Castro (el gobernante cubano) eran actores frustrados.

De ninguna manera, para Vargas Llosa Trujillo fue un hombre que montó grandes obras teatrales como la de su hijo, que a los 7 años era coronel, y a los 10, general.

Ambos, de manos fuertes, han sido para él actores muy exitosos, aunque sus obras no sean beneficiosas para sus pueblos.

DOMINICANA

“Yo no hubiera escrito esa novela -La Fiesta del Chivo-, si no hubiera venido en el año 1975 a la República Dominicana y no hubiera oído hablar tanto de Trujillo, con tantas anécdotas que me impresionaron tanto”, dijo un tanto emocionado Vargas Llosa.

Hay extrañas relaciones, expresó, de las personas con los países.

 “Desde la primera vez que vine a la República Dominicana, que fue en el 1974, he tenido una relación muy íntima y que se ha ido reforzando con el tiempo”, expresó.

Curiosamente, agregó, esa situación se ha dado a través de una experiencia que fue brutal para la República Dominicana como fue la dictadura de Trujillo. Dijo que siempre ha detestado, sobre todas las cosas, las dictaduras.

En el país ha ganado muchos amigos, con experiencia enriquecedora y casi cuatro años sumergido en una realidad social, histórica y política crean unos vínculos, agregó.

“Gracias a Trujillo me siento un poco dominicano”, dijo Vargas Llosa, en son de broma.

OLLANTA HUMALA

Vargas Llosa también habló sobre el candidato presidencial Ollanta Humala, quien obtuvo en Perú el primer lugar a la espera de una segunda ronda electoral con los candidatos Lourdes Flores o Alán García.

“Mi esperanza es que el comandante Humala no sea elegido porque creo que podría ser un desastre para el Perú. Es un discípulo de Hugo Chávez (presidente de Venezuela) y un admirador del general Velasco Alvarado (Juan Francisco), que fue un dictador corrompido que destruyó la economía, confiscó todos los medios de expresión, acabó con los partidos políticos”, dijo.

Espera, añadió, que los peruanos no sean tan amnésicos para con sus votos llevar al poder “a un segundo Velasco Alvarado”.

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