Muebles, complementos, acentos… Ahora está presente en el  interior como nunca antes lo habías visto, incluyendo más que accesorios

El ratán está muy de moda. Este año ha sido el centro de todas las miradas. En los años 70 se vivió un auténtico “boom” en torno a este material, gracias al estilo boho, que tanta importancia otorga a los materiales naturales.
Con su aparición en escena actual, el ratán hace toda una declaración de intenciones y reivindica su belleza y versatilidad, de modo que ya no hay que reservar este vistoso trenzado solo para accesorios y pequeños detalles que suelen quedarse en un segundo plano decorativo.

Tampoco creas que el ratán es solo apto para casas de campo o para decoraciones más propias del pasado. Todo lo contrario, ha vuelto para quedarse y por un tiempo largo, además. Prueba de ello es que ha salido de su hábitat natural y se ha colado en las casas más modernas y urbanas.
De hecho, se atreve a dar un nuevo aire a los espacios de diseño clásicos e, incluso, hace un interesante contraste combinando ese material con piezas de estilo minimalista.
De fuera hacia dentro. Estábamos acostumbrados a verlo junto a frondosas plantas, alfombras étnicas y textiles florales y paredes en color tierra, ahora deberemos aceptar que sus compañeros de decoración sean las lámparas de diseño, los sofás de terciopelo, las mesas con toques dorados y demás objetos que están detrás de las habitaciones más “instagrameables”.

Lo mismo ocurre con su ubicación. Puede que antes estos muebles estuvieran en un jardín, galería o patio; es decir, en zonas de exterior o abiertas, y rara vez encontrábamos este material “entremezclado” con el resto de muebles de interior, pero ahora sí ¡y mucho!, y es esta la propuesta que quizás más nos gusta.

Encaje sin estridencias. Se debe, sobre todo, a las formas de trenzarlo o tejerlo, que son mucho más suaves y se tiende a diseños de líneas finas, sin apenas dibujo. Además, su presencia en habitaciones, salas, cocinas y comedores es tanto en forma de grandes muebles, camas, cabeceros, mesitas de noche… como de pequeños detalles más tradicionales, bandejas, maceteros o cestas.