“Todo es posible, dependiendo de tu actitud”

La palabra “imposible” no existe en el vocabulario de la exitosa ejecutiva dominicana María Isabel Grullón Mejía, quien con una actitud positiva sostiene que todo propósito en la vida puede lograrse siempre y cuando esté de por medio el deseo, la ética y la integridad.

María Isabel ha nacido para el liderazgo, pues dirigir equipos de personas se le da de forma espontánea, resultando muy grata su gran personalidad para quienes han formado parte de su círculo laboral.

Su energía y capacidad le han abierto puertas para desempeñar más de un puesto de trabajo a la vez, como sucede actualmente al frente de las áreas de “Recursos Humanos”, “Servicios Administrativos” y “Relaciones Públicas y Comunicaciones” del Scotiabank.

Pero la trayectoria laboral de María Isabel ha sido, además de exitosa, una fuente valiosa de acumulación de experiencias y conocimientos en las distintas empresas donde ha ocupado diferentes cargos, aunque no hayan estado directamente relacionados a la carrera de “administración de empresas”, de la cual es graduada.

“Todo esto lo he logrado sin haberlo estudiado, más con el placer de aprender y de aplicar estrategias de liderazgo”, asegura María Isabel, mostrado dinamismo y buenos resultados.
Cónsul.

El buen desenvolvimiento e inteligencia que ha acompañado a María Isabel también hizo que conquistara un espacio en el ámbito del servicio exterior, ocupando la posición de cónsul general de la República Dominicana en Bélgica.

Asegura haber quedado satisfecha “porque logré hacer muchas transformaciones y mejoras, logrando muchos avances en temas de relaciones y negociaciones en el país”.

Liderazgo y destreza desde joven. Su secreto de superación lo atribuye a su familia, la que le ha servido de inspiración en la vida. “Aquel que dice que todo lo puede hacer solo, no es cierto, siempre hay alguien que creerá en ti, porque solo, sería difícil llegar a obtener objetivos”, aseguró.
Cuenta que su madre, Isabel Mejía, descubrió en la pequeña María Isabel su viveza y destreza para aprender todo lo que se propusiera.

Y por eso rápidamente decidió aprovechar esa energía inscribiéndola en cursos como bordados, costura, lecciones de guitarra, idiomas, pintura, arreglos de flores y globos.

Cuando apenas tenía doce años de edad, María Isabel ofreció sus primeras clases sobre arreglos florales y globos a un grupo de chicas mayores que ella, con tanta profesionalidad, que hoy día no puede dejar de sonreír al recordar esos momentos.

Desde los 13 hasta los 18 años impartió clases de alfabetización, matemáticas y física en centros educativos sin ser todavía educadora, pero con el firme propósito de inspirar.

Reto. Pasado el tiempo, se le presenta la oportunidad que habría de catapultarla al éxito laboral con tan solo 22 años. Una reconocida empresa le encarga el reto de dirigir un grupo de 60 mercaderistas, sin ella poseer todavía la experiencia necesaria.

El grupo tenía la responsabilidad de acomodar góndolas y productos en los supermercados, donde comenta no existían tantos recursos como en la actualidad y ellos mismos debían hacer los letreros de las promociones con las herramientas que en ese entonces disponía la tecnología.

Las tantas áreas en las que se ha manejado María Isabel en la vida laboral con cargos cada vez más comprometidos, le han permitido viajar y conocer otras muchas culturas, razón de que emerja en ella el agradecimiento por el desarrollo de habilidades y, sobre todo, el aprendizaje de manejar equipos humanos, sabiendo qué y cómo comunicar las cosas “porque no es el mensaje que das lo más importante, sino cómo lo das.

Tú puedes llegar a decir muchas cosas, pero la forma como te expresas marcará la diferencia para llegar a tener un gran equipo”.

Lo que se hereda no se hurta. Reconoce que de su madre lleva el sentido del liderazgo, que pese a no tener una carrera universitaria, tenía basto conocimiento en el tema de liderazgo, así como en dirección institucional.

Fue directora de Conani. Mientras que de su padre, Sergio Grullón, adquiere la pasión por la formación, pues este es educador con maestría en agricultura.

Su niñez junto a sus hermanos Sergio, Carlos y Laura, la recuerda llena de aventuras, con paseos por todo el país. En Santiago compartía con muchos tíos y con 27 primos. Entre sus parientes destaca a quien es su tío, el obispo católico José Dolores Grullón Estrella.

Su familia, su empresa. La empresa más importante para María Isabel es su familia, logrando ese equilibrio entre su trabajo y la vida junto a su esposo Rubén Alberto Bonilla y sus hijos Rubén Alejandro, 16 años; Sergio Alberto, 14 y Jorge Andrés, de 11.

Y este aspecto de darse en primer lugar a su familia lo ha tenido claro siempre. Recuerda que en el inicio de su maternidad tomó una pausa en la vida laboral para cuidar de sus hijos, pero en ese espacio de tiempo la apasionada ejecutiva se descubrió como una gran emprendedora, realizando numerosos postres por encargo y luego se motivó a crear bizcochos para bodas.

Hoy día, junto a su esposo Rubén, María Isabel disfruta clases de “Kizomba”, un baile que combina el tango y la bachata, como parte de la integración como pareja. “Luego, las próximas clases serán solo de Tango” –ríe-.

Como mamá comprometida asiste a los partidos de fútbol de sus hijos. Es presidenta de la Asociación de Padres, además, juega y comparte con ellos. Les anima a “que sí es posible hacer realidad los sueños en la vida”.

Cuestión de talento. María Isabel confiesa que, aunque se siente orgullosa del posicionamiento de la mujer a nivel privado, (el 63% del personal en el Sckotiabank está compuesto por mujeres y, el 55% de la dirección es personal femenino), ella entiende que más que por el sexo, la razón que debe primar siempre es la preparación y actitud que se puedan demostrar a la hora de la competencia.

“Al final es una búsqueda o identificación de talento por competencia. Es saber cómo está tu liderazgo, cómo está tu interacción con otras personas, solución de problemas, tu análisis, tu búsqueda de mejora contigo mismo, y estas características lograrán identificar esos talentos especiales que buscamos” expresó la también financiera.

Dice que la preparación será importante, mas cuando salta a la vista el deseo de superación y disposición, aunque todavía quizás no haya logrado aprender todo sobre el puesto, quedará perfecto para una posición en particular.

María Isabel, quien entiende que la mujer puede ser multitasking, es además “coach”, ofreciendo charlas motivacionales.

De tener un poder sobrenatural, María Isabel nos cuenta que cambiaría la actitud de las personas para que empiecen a creer que todo es posible en la vida, que tan solo la forma de pensar y actuar les hará descubrir esta realidad.

«Aún en medio de tantas responsabilidades corporativas “no vivo para trabajar, trabajo para vivir, porque al fin y al cabo lo que me inspira es mi familia”.