Todo está consumado

Todo está consumado

FABIO R. HERRERA-MINIÑO
Se han apagado los potentes amplificadores de toda la música que se utilizó para atraer el electorado para las elecciones de mañana. Los candidatos se recuperan de sus agotadoras campañas de acusaciones, diatribas, denuncias y promesas falsas. Ahora entra la ansiedad de ver cómo se comportará el electorado con las opciones que se han presentado para decidir quién nos gobernará en los próximos cuatro años.

Fue una agotadora campaña de falsas promesas, acusaciones y desconsideraciones, con una agobiante música de los principales intérpretes de merengues, bachatas, reggaeton, etc., y en donde se utilizaron los más variados métodos para identificar con los candidatos a determinados personajes del arte popular dominicano.

Mañana, cuando llegue este periódico a los hogares, muchos estaremos preparándonos para ir a votar u otros esperan en la fila, junto con miles de compatriotas repartidos por todo el país y en el mundo, que consideran de valor y de responsabilidad acudir a depositar un voto, aún cuando pudiera ser que algunos lo anulen rayándolo de manera que sus intenciones se vea como un repudio.

Pero serán los más que marcarán el recuadro de su candidato favorito para darle esperanza a sus sueños y buenas intenciones, aun cuando se sabe que los que nos vendieron los candidatos no florecerá. Pero eso es la democracia y esa es la ingenuidad y fe de los dominicanos, que siempre creen que algún día esos políticos cambiarán de actuación. Se anhela que piensen menos en sus riquezas y negocios para volcarse hacia el bien común con la entrega a los semejantes, administrando correctamente el patrimonio nacional.

No hay cabida para más intoxicaciones de la palabrería y promesas huecas. Ahora queda, en la responsabilidad de cada uno, inclinarse por quien consideran le ofrecerá más garantías de estabilidad. De asegurar, que aún en medio de tantas amenazas exteriores de aumento incontrolable de los precios, el país todavía vive protegido por una burbuja que supo ser estructurada hace cuatro años, cuando el país parecía que se iba a desintegrar por la incapacidad de quienes nos gobernaban en aquella ocasión del 2000 al 2004.

Por eso, en este día de reflexión, de expectativas, siempre nos llega el temor de que el pataleo de los perdedores hará temer alguna barrabasada de ellos, pero está la seguridad porque tantas amenazas nunca se han materializado.

 Por encima de todo, queda la voluntad libérrima del votante de haber depositado su voto con honestidad, en medio de un proceso organizado por una junta mojigata, cuestionada por tantas metidas de pata, al dejarse narigonear en decisiones que no les correspondía evacuar resoluciones. Afortunadamente tuvieron la entereza de organizar correctamente el proceso, que será un hito nacional para asegurar el futuro de la democracia, si es verdad que los resultados se conocerán en un plazo menor a las 24 horas, gracias al uso de una inviolable tecnología de punta.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas