SANTIAGO DE CHILE.- Con la socialista Michelle Bachelet como favorita en las encuestas, los chilenos deberán optar mañana entre ella, eligiéndola como la primera presidenta en la historia del país, o Sebastián Piñera, un multimillonario derechista. Aunque Bachelet llegó a la segunda vuelta con el favoritismo que le dan las encuestas desde hace dos años, su adversario Piñera también irradia optimismo y ha asegurado que pondrá fin a 16 años de gobiernos de la coalición gobernante.

«El próximo domingo seré la primera Presidenta de Chile’’, afirmó Bachelet al concluir su discurso durante el multitudinario acto de cierre de campaña el jueves en la noche. Señaló que cumplirá sus promesas y, en alusión a la importancia que tendrán las mujeres en su gobierno, dijo «palabra de mujer’’. La candidata oficialista prometió paridad entre hombres y mujeres en su futuro gabinete ministerial.

Mientras Bachelet reunió en Santiago entre 100.000 y 200.000 adherentes, Piñera concentró a 10.000 ó 12.000 partidarios en el puerto de Valparaíso, la segunda ciudad del país, según estimaciones de la policía y de los respectivos comandos.

El empresario, a quien el oficialismo acusa de demagogo, dijo que el 2010 al concluir el mandato de cuatro años que da por seguro, quiere ser recordado como «el Presidente que derrotó la pobreza y que hizo de este un país más feliz, con mayor entusiasmo y mucho más acogedor’’.

Quien gane los comicios del domingo debe suceder al presidemnte socialista Ricardo Lagos el 11 de marzo.

La actividad electoral de un mes estuvo plagada de denuncias cruzadas entre oficialismo y la oposición, que acusó al gobierno de cometer «un descarado intervencionismo’’ en favor de Bachelet.

La pediatra socialista parecía fortalecida por su acto masivo en el centro capitalino y por una encuesta que le dio una ventaja de 5 puntos sobre Piñera, confirmando su favoritismo desde que se lanzó a la carrera presidencial en octubre del 2004, tras renunciar al ministerio de Defensa.

Pero Piñera, que en mayo saltó al ruedo presidencial con un arrollador despliegue y fortuna, se ubicó segundo tras Bachelet en la primera ronda, logró superar a su adversario derechista Joaquín Lavín y convertirse en un contrincante de peso para Bachelet para esta segunda vuelta.

La duda es si la derecha más conservadora, representada por la Unión Demócrata Independiente, que postuló a Lavín, apoyará con sus votos a Piñera, con el cual tuvieron una enconada disputa en la primera vuelta.

La encuestadora Marta Lagos, que el jueves entregó el último sondeo que le dio a Bachelet la ventaja de 6 puntos, sostuvo que la derecha más extrema no se plegó a Piñera.

Los dirigentes de la UDI tuvieron escasa participación en la campaña de Piñera para esta segunda vuelta y sólo en los últimos días y al cierre de su campaña en Valparaíso aparecieron públicamente con él.

El presidente de la UDI, el senador Jovino Novoa, señaló que «nadie es dueño del voto de las personas’’ en anticipo a posibles futuras críticas de sus socios políticos por lo que se pudiera considerar un débil apoyo al candidato.

Aunque Piñera perdiera, sus pretensiones y la de su sector son de erigirse como el líder de una derecha que busca acercarse al centro político. Pero la UDI, que es la primera fuerza política del país, no parece dispuesta a perder su predominio.