Todo sobre la boda del Príncipe

Todo sobre la boda del Príncipe

Los antiguos y valiosos tapices históricos de las Colecciones Reales serán los auténticos protagonistas de las decoraciones que se realicen con motivo de la boda del Príncipe de Asturias con Doña Letizia Ortiz. Tanto el Patio del Príncipe y sus galerías superiores del Palacio Real, en donde tendrá lugar el banquete nupcial el día 22 de mayo, como la Catedral de la Almudena, donde se oficiará la ceremonia religiosa, serán decorados con cerca de 80 tapices de los siglos XVI, XVII y XVIII que nunca antes han sido mostrados juntos.

“Jamás se ha visto una exposición con tal número de tapices, y menos aún con la calidad de éstos”, aseguró Patrimonio Nacional, quienes esperan que tras la boda esta muestra pueda ser visitada por el público durante algunos días.

[b]“Historia de los amores del Velturnno y Pomona”[/b]

Los tapices más importantes que se emplearán, se situarán en grandes bastidores tras la mesa principal del almuerzo, que será alargada y con capacidad para cerca de cincuenta comensales.

Esos tapices serán los nueve que integran la serie denominada “Historia de los amores de Velturnno y Pomona”, unas obras de la escuela flamenca del siglo XVI, diseñados por Cornelius Vermeyen.

El resto de tapices distribuidos en el Patio del Príncipe y sus galerías superiores son los cinco de la serie Historia de la Reina Cenobia de Palmira, de Justus Van Hegmont, los cinco de los Sufrimientos de Cupido, de Antoine Saffaert y otros seis que componen la serie.

[b]Historia de Faeton[/b]

Los que se mostrarán en la Catedral son los ‘Honores de la Condición Humana’, en el presbiterio, y las series de ‘La Creación’, ‘Los Hechos de los Apóstoles’, de ‘La Eucaristía’, diseñados por Rubens, y ‘José, David y Salomón’, los únicos hechos en la Real Fábrica, ya en el siglo XVIII, por encargo de Fernando VI.

En las fachadas del Palacio Real lucirán ese día reposteros realizados con los escudos de las 17 Comunidades Autónomas, en la fachada de la Plaza de Oriente, y con los de las capitales de todas las provincias españolas, en la fachada de la Armería.

[b] Una inmensa carpa sobre el Patio del Príncipe[/b]

Los tapices no son, sin embargo, la única gran novedad en estos preparativos y decoraciones, y ello se deja ver en el gigantesco toldo que cubre el Patio del Príncipe –patio interior ubicado en el Palacio Real de Madrid , en las vajillas y adornos de las mesas, y hasta en la no menos necesaria instalación de sanitarios que podrán utilizar los cerca de 1.400 invitados.

Patrimonio Nacional advierte que el montaje general atiende a la solemnidad del acontecimiento, pero también al sentido de austeridad que le quiere dar la Casa Real, teniendo en cuenta, entre otras razones de peso, “la desgracia sufrida por España el pasado 11 de marzo”.

“Ello nos lleva –indicó la fuente a reducir lo efímero a lo estrictamente necesario”, y resaltando que “el hilo conductor de todo es la ceremonia religiosa”.

Una empresa de ingeniería, la española Orca, ha sido quien ha ideado el sistema para cubrir el Patio del Príncipe, cuyas dimensiones son cincuenta metros por cincuenta, la mitad de un campo de fútbol.

El sistema es ignífugo, impermeable y estanco para su climatización, proporcionará una iluminación de luz diurna, pesa cerca de 40 toneladas y, tras su desmontaje, no dejará rastro alguno.

Situado a 32 metros del suelo, es el toldo de estas dimensiones instalado a mayor altura en el mundo, y bajo él se dispondrán las mesas de entre ocho y diez comensales en las que se distribuirán los invitados.

El presidente del Consejo Regulador, Víctor Pascual Artacho, informó que se trata de un vino de 13,5 grados de alcohol, de “extraordinaria calidad, muy representativo de los vinos riojanos de alta gama”.

Este vino ha resultado ganador en “un riguroso proceso de selección” al que concurrieron, en exclusiva, vinos de la categoría “Gran reserva” de las añadas 94 y 95, presentadas por las 91 bodegas de Rioja convocadas por el Consejo al concurso celebrado al efecto, añadió el presidente.

Pascual Artacho aclaró también que, por deseo de la Casa Real, se mantendrá en el anonimato el nombre de la firma bodeguera elaboradora del vino seleccionado, que irá vestido con cápsula y etiqueta especialmente diseñada para conmemorar el acontecimiento.

El Consejo Regulador enviará a la Casa Real un millar de botellas de este vino que, además irán provistas de una serie especial de contraetiquetas numeradas, etiquetado que supervisarán directamente los Servicios Técnicos del Consejo.

El presidente también dijo que esta Gran reserva 94 finalmente seleccionado ha sido considerado por los catadores “una verdadera joya enológica”, en la que destaca “la perfecta integración de sus componentes en el proceso de envejecimiento en barrica y botella, hasta alcanzar su plenitud”.

La transmisión

El director de Relaciones Públicas y Protocolo del Grupo RTVE, Fernando Fernández, aseguró que el nivel de protocolo en España es “muy alto”, y dijo que el relativo a la Familia Real es “de los mejores del mundo” a pesar de su evolución a una mayor cercanía, ya que ésta responde a una demanda de la sociedad.

Durante la presentación de su libro “Ceremonial y protocolo”, el experto explicó que en la boda del príncipe Felipe con Letizia Ortiz, que será transmitida por TVE, el operativo será “parecido al de las bodas de sus hermanas”, las infantas Elena y Cristina, aunque “el nivel de protocolo será más alto ya que asistirán invitados de mayor rango”.

Aseguró que, en su opinión, determinados sucesos que pudieran ocurrir el día de la ceremonia “como un desmayo” no deben ser retransmitidos ya que son “cuestiones de tipo humano, y ese día los protagonistas son los Príncipes”, aunque dijo que esa decisión corresponderá al realizador del evento, Javier Montemayor.

Fernández, que considera que el protocolo “es una cuestión de sentido común y no debe ‘encorsetar’ a las personas”, manifestó que “es positiva” la evolución a una “mayor flexibilidad y cercanía” del comportamiento de los miembros de la Casa Real ya que “atiende a la demanda de la sociedad”.

[b]Presupuestos y previsiones[/b]

Los organizadores han tenido en cuenta la necesidad de ampliar los servicios sanitarios para esta ocasión, y han dispuesto dos grandes zonas de aseos en los llamados salones Génova del Palacio Real, en donde se realizan las exposiciones temporales de los fondos históricos y artísticos de Patrimonio.

En esta zona se han habilitado provisionalmente 27 retretes y otros tantos lavabos para señoras y una cantidad igual para caballeros, distribuidos mediante empleo de mamparas prefabricadas pintadas con tonos ocres y verdes.

[b]Manteles y vajillas[/b]

Los manteles serán de color crema, las sillas dorado viejo, la alfombra base, situada sobre una tarima, color crudo, y sobre ella, se distribuirán alfombras de las colecciones de Patrimonio.

Las vajillas, cristalerías, cuberterías y manteles, con excepción de la mesa principal, serán aportados por una empresa especializada barcelonesa, “Alquioptions”, y por otra de Alcoy, Sociedad Textil Lencera.

Patrimonio Nacional dispondrá las vajillas con las que se servirá la mesa principal del almuerzo, y las de los invitados a la cena que, el día anterior, ofrecerán los Reyes en el Palacio de El Pardo a sus invitados más allegados. La mesa principal estará adornada con las nueve piezas que integran el llamado “dessert de estuco”, y por pequeñas figuras de bronce.

La cena que los cocineros Juan Mari Arzak y Ferrán Adriá servirán en el palacio de El Pardo se celebrará en el Patio de los Borbones, en tanto que en el Patio de los Austrias tendrá lugar la copa previa a la cena de gala, a la que asistirán entre 250 y 300 personas.

Las vajillas, cuberterías y demás elementos que aportará Patrimonio son las que se conocen como de Alfonso XIII, y se integran básicamente por una vajilla de gala de Santa Clara, y cristalería de Bacará. El uso de estas vajillas históricas es sumamente restringido, debido a que no se las quiere someter a posibles e inevitables riesgos con su empleo.

La copa que se servirá en el Palacio Real a los invitados, mientras esperan la vuelta de los ya Príncipes de Asturias de la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, se hará en los salones que dan a las fachadas del Patio de la Armería y de la Calle Bailén.

[b]El estandarte lorquino[/b]

Los artesanos lorquinos Damián y Silvia Teruel han elaborado el estandarte guión que lucirá la Guardia Real el 22 de mayo durante el enlace real del Príncipe de Asturias y su prometida, Letizia Ortiz.

El artesano señaló que la pieza, en cuya elaboración han invertido dos meses y medio, tiene unas dimensiones de 80 centímetros de ancho por 80 de largo y ha sido elaborado sobre terciopelo de algodón en color azul, alusivo al color de la bandera de Asturias.

Sobre este soporte, Teruel y su hija han bordado a mano el escudo real de don Felipe, cuya iconografía heráldica fue aprobada a través de un Real Decreto, que tiene características similares al de don Juan Carlos, con el escudo de España, la corona, el collar con el toisón de oro y una banda alusiva al Principado de Asturias. El estandarte que lucirá la Guardia Real se completa con una barra de plata labrada coronada por una flor de lis y una carcasa de sujeción “muy elaborada por otro artesano de Lorca, Andrés Barnés, especialista en orfebrería”. Efe Reportajes.

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