VARSOVIA. AFP. Messi. Los hinchas alemanes alentaron a la Mannschaft cantando y desplegando banderas de Alemania el sábado en Lviv, antes del duelo contra Portugal, pero también se animaron a provocar a los hinchas lusos gritándoles «¡Messi! ¡Messi!».

La palabra que enloquece al ídolo luso Cristiano Ronaldo se ha convertido en un himno para sacar de las casillas al astro del Real Madrid, como ya ocurrió en el pasado. Ahora también hace blanco en los hinchas. 

Primas. «Tenemos las mejores primas de todas las selecciones de la Eurocopa», se felicitó Grigory Surkis, presidente de la Federación ucraniana.

«El equipo ganará 500 mil euros por cada victoria en la fase de grupos, mientras que un empate pagará 250 mil euros», apuntó el dirigente, precisando que Ucrania recogerá un total de dos millones de euros si pasa a cuartos de final, y el doble si avanzan a semifinales. 4,5 millones esperan en caso de victoria en final y tres por un lugar en el duelo decisivo. 

Coquetería. Preguntados por un periodista ucraniano que se los encontró en un centro comercial durante una horas libres por Donetsk en que los jugadores franceses compraron productos cosméticos y perfumes, una especialidad gala, Alou Diarra no dio vueltas y contestó entre risas: «No tuvimos tiempo de aprovisionarnos antes. De hecho, los jugadores de Francia son muy coquetos, cuidamos mucho nuestra higiene». 

Fatiga. Los jugadores talentosos no son siempre los más trabajadores. Con esta premisa, asistir a un calentamiento por parte del crack sueco Zlatan Ibrahimovic es un espectáculo en sí mismo.

Tras una parodia de un trote en el que partió último, luego se paró en el medio para hacer unos estiramientos y reprodujo más tarde con mucha cara de mala voluntad los ejercicios dispuestos por el preparador físico.

Gracias a su gran experiencia, siempre encuentra la forma de disimularse en el trabajo en el piso para hacer lo mínimo, pese a su enorme talla. Por el contrario, se anima cuando el balón llega a su sector. «Ehh, es Zlatan. Hace lo que quiere», resume un periodista sueco. 

Star. A veces pequeños detalles marcan la diferencia entres una estrella a un jugador común. El portugués Cristiano Ronaldo llegó último al césped del estadio Lviv para el entrenamiento del viernes, por haber participado en la conferencia de prensa anterior al partido.

Su arribo fue saludado por una decena de voluntarios presentes en las tribunas, junto a los periodistas. El crack respondió levantando su dedo gordo, haciendo OK. Un poco más tarde, se quitó su botín: nuevo clamor, más femenino esta vez. Sus compañeros se mataron de risa al asistir a esa escena. 

SM. Decepcionada por la dura derrota (4-1) de su selección ante Rusia el viernes por el grupo A, la prensa checa fustigó en su conjunto la impotencia de sus jugadores frente a los impresionantes rusos, «Como si hubieran dicho a un oso ruso: ¡dale, cómenos!», se escribió en el diario DNES, el de mayor tirada en República Checa. El Lidove Noviny, que vivió el partido como una humillación, no dudó en comparar a sus jugadores con «perros azotados». 

Criminal. Interrogado sobre la forma en que vive fuera de la selección de Inglaterra que participa en la Eurocopa, pese a la acumulación de bajas por lesión en la defensa, Rio Ferdinand no ocultó su fastidio. «Si no estáis decepcionado cuando tu país disputa un torneo como este, entonces hay un problema y no puedes ser un jugador profesional. «Yo quiero jugar grandes partidos y ganar títulos. Si eso es un crimen, soy un criminal», dijo Rio sin reír.