Todo sobre la sala de emergencia

Todo sobre la sala de emergencia

Doctor Dante J. Marranzini

Medicina Familiar y Comunitaria. Médico de Emergencia del Hospital General de la Plaza de la Salud

Según el diccionario de la Real Academia Española, emergencia significa “suceso o accidente que sobreviene” o también “situación de peligro que requiere una acción inmediata”.

De acuerdo al Colegio Americano de Médicos de Emergencia, la medicina de urgencias / emergencias es la especialidad médica dedicada al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad o lesión imprevista. Esta incluye una evaluación inicial, el diagnóstico, el tratamiento, la coordinación de la atención entre varios proveedores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define emergencia como aquel caso en que la falta de asistencia conduciría a la muerte en minutos en el que la aplicación de primeros auxilios por cualquier persona es de importancia vital. También se dice que en una emergencia, la persona afectada puede llegar hasta a la muerte en un tiempo menor a una hora.

La medicina de urgencias no necesariamente se define única y exclusivamente por la ubicación. Puede ponerse en práctica en una variedad de escenarios, incluyendo los departamentos hospitalarios y de emergencia independiente, clínicas de atención de urgencias, unidades de medicina observación, vehículos de respuesta médica de emergencia, en las zonas de desastre, o a través de la telemedicina.

Por las razones antes expuesta, el servicio de emergencia cuenta con características que pocos servicios de atención pueden ofrecer, como disponibilidad de asistencia las 24 horas del día, los siete días de la semana, además de pruebas de laboratorio y de imagenología para el diagnóstico de patología de emergencia.

Historia de los servicios de emergencia. Desde la historia bíblica del buen samaritano, las experiencias clásicas griegas y romanas con sus primitivos servicios de carros ambulancia constituyen las primeras imágenes históricas fuertes sobre la actividad de la emergencia médica.

En la edad moderna, los novedosos servicios de recogida y clasificación de heridos del ejército napoleónico marcan el inicio de un largo recorrido en el que los hitos más importantes desde el punto de vista logístico y asistencial tienen que ver con la actividad militar que no ha dejado desde entonces de innovar y adelantar en servicios médicos de todo tipo.

El otro aspecto que incide en la modernización son los avances técnicos médico asistenciales nacidos del ingenio y de la experimentación de los profesionales de la salud, sistemas de ventilación manual y boca a boca y reanimación de ahogados, algunos de los cuales vienen ya del siglo XIX.

El avance más significativo que impulsó los servicios de emergencias extrahospitalarios fue la descripción por primera vez del masaje cardiaco en 1960 por Kouwenhoven et al. y desde entonces las maniobras de RCP se han generalizado. En 1965 fue puesta en marcha la primera ambulancia con un desfibrilador portátil.

¿Cuándo debo acudir a emergencias?

La última revisión de la Agencia para la Investigación y Calidad de Estados Unidos sobre cómo utilizar las salas de emergencia del hospital con prudencia, ofrece algunas razones que enumeramos a continuación.

Recomienda que llame al número local de emergencias (911 en República Dominicana) para que el equipo de urgencias vaya donde usted de inmediato si no puede esperar, por ejemplo en caso de:
– Asfixia.
– Detención de la respiración.
– Lesión en la cabeza con desvanecimiento, desmayo o confusión.
– Lesión en el cuello o la columna vertebral, especialmente si hay una pérdida de la sensibilidad o incapacidad para moverse.
-Una descarga eléctrica o un rayo.
– Quemadura grave.
– Dolor intenso o presión en el pecho.
– Convulsión que duró de 3 a 5 minutos.
– Dificultad para respirar.
– Desvanecimiento, desmayo
– Dolor en el brazo o la mandíbula.
– Dolor de cabeza inusual o fuerte, sobre todo si se inició de repente.
– Incapacidad repentina para hablar, ver, caminar o moverse.

– Debilidad o caída repentina en un lado del cuerpo.

– Mareo o debilidad que no desaparece.

-Inhalación de humo o gases tóxicos.

– Confusión repentina.

– Sangrado abundante.

– Posible fractura ósea, pérdida de movimiento, especialmente si el hueso está saliendo a través de la piel.

– Herida profunda.

– Quemadura grave.

-Tos o vómitos con sangre.

– Dolor intenso en cualquier parte del cuerpo.

-Reacción alérgica grave con dificultad para respirar, hinchazón, urticaria.

Estrés, drama y paso apresurado, realidad en emergencias

Los investigadores han llegado a la conclusión que el estrés (por ejemplo, la ira, la hostilidad, el sentido de la prisa) a largo plazo, puede conducir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares a un ritmo acelerado. Además, los expertos médicos no saben exactamente qué causa la mayoría casos de hipertensión, pero algunos creen que la incapacidad para manejar el estrés de una manera sana puede tener un papel importante en el desarrollo de la hipertensión y otras enfermedades.

Lugar dramático. Las salas de Emergencia en todas partes del mundo suelen ser un lugar dramático.

La vida de las personas se ve amenazada y se trata de buscar una solución rápida y efectiva al problema de salud en cuestión.

Este peligro es constante, no cesa. La cantidad de trabajo, la responsabilidad que implica, la exigencia y la presión de querer preservar la vida y mantener funcional un lugar que suele ser caótico, implica mucha concentración, destreza y comunicación.
Capacidad de sorpresa. La persona que entra a una Emergencia tiene que estar dispuesto a verlo todo, ya que se expone a la vida misma… al final, todos somos de carne y hueso, todos hemos sufrido en algún momento, todos nos hemos visto vulnerables o hemos estado enfermo.

Todo el que entra a la sala de Emergencia, que es santuario para algunos, lugar de sanidad para otros, o casa para muchos, tiene que tener presente que traer más tensión a una situación no es recomendable.

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