La vida humana sería en verdad imposible a falta de enzima y vitaminas, pues son los responsables de convertir los alimento en energía. Las vitaminas intervienen también en la promoción del crecimiento y en el mantenimiento de la función inmunológico. Permiten que tenga lugar la reproducción y promueven la longevidad.

A su vez, los minerales también son importantes para tener huesos y dientes sanos. Al igual que las vitaminas, estos no pueden ser producidos por el cuerpo.

[b]Cantidad de vitaminas que debes ingerir[/b]

Una mujer embarazada tiene necesidades dietéticas superiores de ciertos nutrientes, mientras que los adolescentes requieren mayores cantidades de otros alimentos para asegurar su crecimiento y desarrollo.

Los ancianos necesitan nutrientes adicionales para contrarrestar los efectos del envejecimiento, y un atareado ejecutivo sometido a estrés necesita más de ciertos nutrimentos para obviar los efectos dañinos que el cansancio tiene sobre su cuerpo.

Las investigaciones indican que las vitaminas ayudan a mantener el sistema inmunitario, y que, por tanto su deficiencia puede deteriorar la capacidad del cuerpo para resistirse a las enfermedades.

[b]Donde conseguir los nutrientes[/b]

Sin embargo, la pregunta más importante de todas es si las personas obtienen en los alimentos todos los nutrientes que necesitan. Comúnmente se cree que se puede obtener todas las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita si el ser humano tiene una dieta bien equilibrada. Pero ¿qué es una dieta bien equilibrada? ¿Es fácil y práctica de seguir? ¿Cuántas veces la gente olvida el desayuno para irse al trabajo? ¿Cuán a menudo se comen una pizza o una hamburguesa, cuando corren de vuelta a la oficina tras ir de compras o pagar la factura del gas durante la hora de almuerzo?

Es importante caer la cuenta de que las vitaminas por definición, no pueden ser producidas por el cuerpo, y deben, por tanto, provenir de la dieta.

Una vitamina es una entidad delicada e inestable que puede ser fácilmente destruida durante el transporte desde la granja hasta la factoría, y de ahí al supermercado. Lo poco que queda suele perderse en su camino del congelador al microondas, y de éste a la mesa.

Resulta irónico que la dieta occidental típica carezca de suficientes cantidades de nutrientes esenciales, y que la gente pueda estar sobrealimentados pero no dejar de estar desnutridos.