El mensaje es claro: Es tiempo de ahorrar divisas y combustibles en nuestro país, porque, definitivamente, la gasolina, el gasoil y el gas licuado de petróleo no bajarán de precio.

Para impulsar el uso masivo de gas natural vehicular, que es parte de los cambios en la transformación definitiva de la matriz energética hacia el uso de combustibles no tradicionales, en los próximos meses se instalarán 12 nuevas estaciones de expendio en Santo Domingo y en distintas zonas del país.

En las estaciones existentes en el Distrito Nacional y Santo Domingo Este, cuatro en total, se ampliaron las capacidades para instalar nuevas bombas dentro de las existentes para brindar más disponibilidad a los usuarios de este combustible.

Cada día viene más gente al Ministerio de Industria y Comercio a solicitar licencia para operar estaciones de expendio de gas natural y para talleres que hacen la conversión vehicular. Eso es un hecho irreversible. El mercado de este combustible tiene una perspectiva muy grande, refiere el Ministro de Industria y Comercio, Manuel García Arévalo.

Crecimiento inusitado. El ingeniero Salvador Rivas, Director de Energía No Convencional, augura mucho futuro al uso de gas natural vehicular. El funcionario se ha reunido con delegaciones de distintos países donde se usa este combustible.

Recientemente conversamos con los representantes de una empresa brasileña que fabrica cilindros de los que se utilizan para la conversión de gas natural vehicular. Ellos me aseguraron que en ninguna otra nación del mundo hay un auge tan grande en el incremento de este combustible, ni siquiera en Brasil. Obviamente, ellos hablan de manera proporcional. Mostraron asombro y entusiasmo. Lo cierto es que este mercado crece de forma inusitada.

Rivas reconoce que en principio se presentaron algunas limitaciones en este proceso, porque apenas hay cuatro estaciones de expendio y pocos talleres de conversión a gas natural.

La gente siempre se queja de algo, comenta Rivas. Sin embargo, el funcionario entiende que las filas de vehículos en las estaciones de expendio es el mejor estímulo para la inversión. Este combustible comenzó a utilizarse en el país a partir de diciembre de 2003. La unidad de medida es el metro cúbico (M3). Esas filas de vehículos indican que se consume mucho gas natural y que las estaciones no dan abasto, y por consiguiente nuevos inversionistas se interesan en abrir nuevas estaciones de expendio.

De hecho, en las próximas semanas se abrirá una estación en la avenida Charles de Gaulle, mientras otros negocios de la empresa Isla amplia las capacidades existentes. También se instalarán nuevas bombas de expendio dentro de las estaciones existentes para mejor disponibilidad de los usuarios. Según Rivas, nuevas estaciones se instalarán en Santiago y otras ciudades importantes. Naturalmente, no podemos festinar los permisos de estos negocios. Nosotros somos cuidadosos en el aspecto de la seguridad en el uso de gas natural vehicular.

Garantías a la inversión. Lo que queremos es solucionar cualquier inconveniente que surja. Queremos ofrecer garantías a los inversionistas, para que inviertan sin ningún temor. Este es un negocio seguro y rentable. Garantizamos que van a tener suministro de gas natural, van a tener equipos y todas las facilidades, expresó el ministro de Industria, Manuel García Arévalo.

Y agregó: Por eso estamos agilizando las licencias y los permisos para operar nuevas estaciones de expendio y de talleres, es decir, nos hemos convertido en promotores del uso masivo de este combustible, que es una alternativa más favorable, desde el punto de vista económico y ambiental, para cambiar la matriz energética en nuestro país.

Vamos a subsanar las trabas que hay en la comercialización del gas natural para que lograr el uso intensivo de este combustible, tanto vehicular como para energía. No vamos a escatimar esfuerzos para dar facilidades, especialmente en las licencias y permisos.

Hemos aglutinado un equipo interinstitucional para trabajar, para agilizar los permisos al menor costo posible; este equipo lo conforman los ministerios de Industria y Comercio, Hacienda y Desarrollo, los cuerpos de bomberos y los ayuntamientos.

De la misma forma, estamos agilizando la instalación de talleres, dando facilidades para la importación de equipos utilizados en el proceso de conversión a gas natural vehicular. Además, el Instituto de Formación Técnico Profesional (Infotep) está entrenando técnicos calificados.

Vamos a utilizar el bonogás como una compensación para los carros públicos. Con la entrega de esa tarjeta, se les va a suministrar un Kits (equipos de conversión), de forma tal que tengan un beneficio más rentable.

Estamos ultimando detalles de un acuerdo con el Banco de Reservas para un financiamiento para choferes de vehículos públicos, para que con un chip inteligente se pague el kits en base al consumo.

Este no es un negocio cerrado. Queremos que exista la competitividad para que se pueda crear un mercado en torno al gas natural que favorezca a los consumidores.

Queremos establecer corredores para cuando una persona llega a cualquier parte de la geografía, pueda recargar de gas natural se vehículo para retornar a su hogar. Vamos a darle prioridad a zonas turísticas como Bávaro-Punta Cana, Samaná, Puerto Plata, Barahona y Monte Cristi.

Diferencias entre GNV y GLP

El gas natural es un hidrocarburo gaseoso compuesto predominantemente de metano (CH4) con un pequeño porcentaje de etano (C2H6).

Este combustible es extraído mediante la perforación de pozos sobre yacimientos. Es un hidrocarburo más liviano que el aire, por lo que en caso de fuga, se disipa en la atmósfera.

Gas licuado de petróleo

El gas licuado de petróleo (GLP), compuesto por una mezcla en diferentes proporciones de propano (C3H8) y butano (C4H10), es un combustible que se obtiene del procesamiento de los líquidos extraídos del gas natural o de la refinación del petróleo crudo en las refinerías.

Se encuentra en estado gaseoso, pudiendo pasar a estado líquido con una presión relativamente baja. El GLP es más pesado que el aire, por lo que en caso de fuga permanece sobre la superficie. Solo se disipa con la circulación del aire.