Los 6 candidatos a la presidencia por el PLD apuntan a un solo objetivo: Hipólito Mejía. Cuando se habla de corrupción, los peledeístas, sean funcionarios o candidatos, gritan y contraatacan como si fueran las víctimas y no los victimarios.  ¿En qué periodo de la historia se ha desfalcado tanto dinero del erario público como en estos últimos 7 años? Después de Trujillo, jamás, porque ni sumando los 34 años de Gobierno del PRD y el PRSC se acerca a esa exuberante cifra.

Hoy la República Dominicana está colocada entre los 10 países más corruptos del mundo y según el Foro Económico Mundial, después de Mongolia, es más despilfarrador del universo. Ambos indicadores son una vergüenza para cualquier país. 

Aun así, esa media docena de candidatos peledeístas se montan en esa guagua de cuestionamientos a todo lo que dice el ex Presidente Mejía, porque no tienen otra cosa de qué hablar. No pueden atacar a su Gobierno porque le cortan el cuello y ya lo vieron con Danilo Medina, quien tuvo que cambiar de tono y ahora es un gran defensor de la obra de Leonel. Y uno se pregunta ¿Cómo estos 6 candidatos pueden hacer la diferencia entre unos y otros, sin poder hablar de corrupción, endeudamiento, desempleo, déficit, inflación, etc. etc.? No pueden, porque el pueblo los ve como parte de esa maquinaria gobernante.

Legan al extremo de hablar en parábola para decir algún disparate, como lo hace Danilo cuando promete distribuir la riqueza creada por Leonel Fernández. ¿Qué riqueza del carajo, si el Gobierno que alcance el poder en el 2012 estará en total bancarrota?  Quizás se refiera a la riqueza personal de los miembros de su partido y esa ya no sale de sus bolsillos ni aunque los torturen en Guantánamo. 

A partir de julio desaparecerán 5 de los 6 candidatos y la lucha se centrará nuevamente entre Hipólito y Danilo, salvo que no haya un chanchullo de Leonel. Danilo centrará su ataque en la crisis del 2003, mientras Mejía tendrá muchísimo material para responderle, comenzando con las decisiones tomadas por gobiernos de 150 países a raíz crisis financiera mundial del 2008. Además, nadie puede negar que hoy el sistema financiero nacional sea de las pocas cosas que sirven en este país gracias a sus decisiones.

Pero Hipólito contraatacará apuntando al corazón del naufragio económico peledeísta. Y hablamos de corrupción, despilfarro, deuda pública, precios, pérdida de competitividad, déficit fiscal y externo, delincuencia, narcotráfico y el desgarramiento institucional y moral del país. Y Danilo  tendrá que tragarse la lengua para no meter la pata y ofender a su líder.  

Pero en el fondo, eso no es lo que población espera ni le interesa, porque abrió los ojos después de 7 años de mentiras y manipulaciones mediáticas. La gente quiere un cambio y votará por el único candidato que le garantice ese cambio. Danilo podrá tener buenas intenciones pero no tiene agallas, se deja intimidar y carece de la fuerza suficiente para violentar las reglas de su partido y de su máximo líder Leonel Fernández. Sería más de lo mismo o peor, ya que gobernaría con la misma gente y usando los mismos métodos, pero con una espada de Damocles en el cuello al no contar con la confianza de los principales colaboradores del Presidente, que es la marca dominante en el PLD.

Hipólito, por su parte, posee las agallas suficientes para cambiar muchas cosas, nadie lo intimida, cuenta con un partido que lo apoyará sin restricción y tendrá a su lado a un pueblo que está harto de tantas vagabunderías.