Todos hemos tenido madre

Todos hemos tenido madre

HAMLET HERMANN
Cenaba un grupo de amigos cuando surgió como tema de conversación la carta que publicara el Secretario General del Partido Revolucionario Dominicano, Orlando Jorge Mera. En ella protestaba el dirigente político porque la imagen de su madre aparecía en una fotografía como parte de la campaña electoral del Partido de la Liberación Dominicana. La indignación era evidente en el texto.

Poner ese tema y que todos en la cena empezaran a opinar fue una misma cosa. Entonces una señora exclamó: “Ese muchacho está empezando a pagar en público por lo que hicieron sus padres cuando ejercieron la Presidencia de la República. Nadie puede negar que Jorge Blanco, así como benefició a algunos, provocó daños a mucha gente.”

Todos callaron dada la gravedad del tono y el aire pausado en que habló. Y entonces siguió diciendo: “No puedo olvidar lo mucho que sufrí como madre en aquellos años del gobierno de Jorge Blanco. Con un niño chiquito y con un embarazo avanzado allanaban mi casa a cada rato sin que diéramos motivo. Lo hacían como forma de meternos miedo porque no callábamos sus vagabunderías. ¡Cómo puede uno dejar de recordar los hijos que se desperdiciaron cuando la pueblada de abril de 1984! Todavía hoy no se sabe cuántas personas murieron en esos días ni cuántas madres como yo tuvimos que soportar los abusos que se cometieron.”

El tema, que en principio fue tomado a la ligera, cambió al tomar una seriedad que nadie anticipó. Otra dama intervino diciendo: “El hijo hace bien defendiendo a su mamá pero recuerden que esa señora nunca dejaba sola al marido. Esos eran como Santo y Domingo. Incluso se decía que ella era la que influía para que Jorge Blanco hiciera muchas cosas. Es más, ¿recuerdan ustedes que ella fue candidata a senadora por el PRD? Ella era tan política como su marido, lo único que actuaba como “la gatita de María Ramos”. Espero que nadie venga a presentarla ahora como un ama de casa que nunca se metió en política porque siempre dio la impresión que ella era la que llevaba la batuta en ese matrimonio. Está bien que el hijo la defienda porque madre sólo hay una, pero que no olvide que los periódicos están ahí.”

Los hombres presentes callaban dando por sentado que el tema de madres e hijos les pertenecía a las féminas. Una tercera señora asumió la palabra para emitir su opinión. “Díganme una cosa. ¿Desde cuándo es malo para los perredeístas el aparecer en una fotografía con Hipólito Mejía? No sufrimos del mal de Alzheimer como para olvidar que esos que aparecen en la foto que publicó el PLD pregonaban con orgullo los insultos y exabruptos de Hipólito. Pero ahora parece que no quieren que se recuerden sus mañas viejas. ¡Está bien que le publiquen ese tipo de fotos! Lo que está mal es que ahora el PLD esté reculando por miedo al tigueraje del PRD. ¡Que no se acobarden ahora!”

En ese momento otra dama subió la voz para que la oyeran hasta en la otra cuadra diciendo. “Y que esa familia no vaya a salir ahora de malagradecida con Hipólito. Porque ese fue el que salvó a Jorge Blanco de que volviera a la cárcel. Él sigue siendo el único político corrupto condenado en los tribunales dominicanos. Que si ese muchacho Jorge Mera no está ahora dando viajes a Najayo es porque Hipólito lo ordenó de esa manera. Así que al guapo de Gurabo esa familia tiene que lamerle la arepa si fuera necesario y no sentirse avergonzada porque salga retratada en los periódicos. Porque no es que los del PLD han hecho un montaje, sino que la fotografía es cierta y real.

De repente, la señora que inició los comentarios volvió a la carga para requintar las cuerdas. “Vuelvo a decirles que yo y muchas madres dominicanas sufrimos mucho durante el gobierno de Jorge Blanco. Está bien que el muchacho ese defienda a su mamá, pero que recuerde que ella es una política y que hay cosas que cuando se baten hieden más. Lo mejor que puede hacer es dejar que el pasado de sus padres repose hasta que alcance el olvido. Si se pone a discutir le van a sacar más cosas de las que puede soportar. Hay hechos en la vida que sólo se limpian con un comportamiento ejemplar y honesto, y yo no sé hasta donde están ellos en disposición de intentarlo.”

En eso la desagradable cuenta llegó y todos a una se dedicaron a calcular a cuanto tocaban. El tema quedaría pendiente para futuros análisis en la medida que algunos se atrevan a seguir batiéndolo en esta campaña electoral.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas