Toledo sufre derrota

Toledo sufre derrota

LIMA (AFP).- El presidente Alejandro Toledo sufrió una derrota política con la censura del Congreso a su ministro del Interior, Fernando Rospigliosi, por el linchamiento de un alcalde al sudeste de Perú, en un clima de crisis de autoridad, división del oficialismo y protestas sindicales en las calles.

Rospigliosi (56 años) presentó su renuncia este jueves, como lo manda la Constitución.

La censura, aprobada por 62 votos contra 39 por el parlamento unicameral la noche del miércoles, se logró paradójicamente con la ayuda de cinco miembros del partido de gobierno y tres de su aliado -el Frente Independiente Moralizador- que se sumaron a la oposición, que logró un resonante triunfo.

Se trata de la primera censura que se produce en Perú en 13 años. La última fue en 1991, durante el régimen del destituido presidente Alberto Fujimori.1

El ahora ex ministro fue encontrado responsable político por inacción, por haber minimizado la situación en Ilave, provincia del departamento de Puno (fronteriza con Bolivia), cuando durante tres semanas la población cumplió un paro general acusando de corrupto al alcalde Cirilo Robles Callomamani, que fue asesinado por una turba.

La sanción política a Rospigliosi, que lo obligó a presentar su renuncia este jueves según lo manda la Constitución, fue interpretada como un severo llamado de atención al presidente Toledo, cuya popularidad se ha desplomado a un nivel de 8% de respaldo y con 88% de la opinión pública en su contra.

A ello se agrega que 60% de los limeños considera que el jefe de Estado -según diversos sondeos- debe recortar su mandato, dos años antes que lo culmine en julio de 2006. Esto alienta opiniones de un sector opositor que enarbola la bandera de la vacancia presidencial (destitución) y el adelanto de elecciones.

Pese a ello, el presidente Toledo minimizó este jueves el alejamiento de Rospigliosi al afirmar que la censura «es la muestra de una práctica democrática y respeto a la decisión de los congresistas».

«Sólo en democracia es posible hacer eso», subrayó, calificando al censurado como «uno de los mejores ministros» que tuvo su gobierno.

Una opinión contraria tuvo el principal líder opositor, el ex presidente Alan García, del socialdemócrata partido Aprista, quien sostuvo que la censura debe obligar al gobierno a «hacer una reflexión» y efectuar los cambios que reclama el país.

«En vez de llenarse de rencores, el gobierno debería convocar a las fuerzas políticas y comprometerse en cinco o seis puntos a ser ejecutados», dijo a la emisora limeña RPP.

Negó que «tenga desesperación de vacar al Presidente» y aseguró que su partido no está en «una campaña ni marcha acelerada, ni guerrerista para ir tumbando a ministros», respecto a rumores de que el próximo censurado sería el primer ministro Carlos Ferrero.

El legislador izquierdista Javier Diez Canseco refirió que el voto del Congreso es una «severa llamada de atención» al gobierno de Toledo, que debería «reorientar su conducta ante graves problemas de política económica y social que están a la base del malestar que provocaron los sucesos de Ilave».

La censura se produce cuando el país afronta un agitado panorama sindical con huelgas y marchas diarias de trabajadores en Lima desde hace más de 15 días por reclamos salariales.

El principal conflicto es la huelga indefinida de los campesinos cocaleros, que llegaron a Lima desde la selva y que estaban enfrentados con Rospigliosi.

Nancy Obregón, lideresa cocalera, lo había calificado como «sádico e incendiario» por haber ordenado desalojarlos con gases lacrimógenos y varazos cuando dormían en una céntrica avenida de Lima en la madrugada del martes.

La censura puso en evidencia también por primera vez grietas en el gobernante partido Perú Posible, cuyos parlamentarios hasta ahora habían votado en bloque en defensa de sus ministros.

Rospigliosi, sociólogo y periodista, no era miembro del partido gobernante, pero sí amigo personal y colaborador de Toledo cuando éste era candidato. Era, además, según encuestas, uno de los ministros con mejor respaldo popular en un gobierno afectado por la debilitada popularidad del propio Toledo.

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