El excanciller Hugo Tolentino Dipp calificó de intransigente la actitud de ciertos sectores de Haití sobre la ayuda dominicana. Sin embargo, cree que faltó tacto, delicadeza y sentido diplomático frente lo que han sido las relaciones entre ambos países.
Entiende que a pesar de las urticarias que han surgido entre la República Dominicana y Haití no se toman las medidas de manera reflexiva.
Cuestionó por qué llevar una asistencia con soldados cuando debió ponerse al frente una comisión de civiles. Y, en caso de que fuera necesaria la presencia de militares, debieron ir sin uniformes.
Tolentino señaló que el Gobierno dominicano cada vez que envía una ayuda hacia Haití “la cacarea de mala manera”.
Dijo que con esto se busca aparecer frente a la comunidad nacional e internacional como muy humanitario, generoso y dadivoso frente a los haitianos cuando eso debe hacerse con cierto estilo y a discreción “sin necesidad de tocar tambores”.
Apuntó que la situación domínico-haitiana hay que manejarla con tacto porque así como en República Dominicana hay delirantes antihaitianos, en Haití hay igual antidominicanos.
“Pero eso no son los pueblos dominicanos y haitianos, ese no es verdaderamente el sentimiento nacional dominicano y haitiano, entonces tenemos que hacer las cosas sabiendo llevar las relaciones por encima de todos esos delirantes”, expresó Tolentino al respecto.
Obispos: ‘no es Haití’. Los obispos de Santiago y San Juan coincidieron en señalar que, aunque la experiencia es desagradable, no proviene del pueblo de Haití, sino de un grupito de empresarios que se sienten afectados.
Monseñor Benito de la Rosa y Carpio consideró que cuando se recibe algo lo primero es dar las gracias pero, a pesar de lo ocurrido, entiende que no se les debe dar la espalda.
“Es bueno que Haití sepa que los amamos y los seguiremos amando, tampoco la respuesta que hemos recibido es la de Haití, es la de un grupo que no sabemos qué llevan en su corazón y nosotros tenemos que decirles una vez más que nosotros los amamos, nosotros los queremos aunque nos hagan cosas así porque al fin y al cabo todos tenemos que sentarnos en la misma mesa y nosotros los dominicanos tenemos que hacerlo aunque recibamos el rechazo”, indicó.
Aseguró que hay miles que recibirán lo que se les envió y es por ello que hay que tomar esa actitud de servicio, a pesar de todo.
De su lado, monseñor José Dolores Grullón Estrella entiende que no hay que hacer caso al grupo que critica porque son dos o tres y dijo que esos que protestan deberían compartir su beneficio y hacer obras como las que hace la República Dominicana.
“Quizás ellos son los que sienten que la ayuda que nosotros estamos dando puede perjudicarle sus negocios, pero son dos o tres, ni un tres por ciento del empresariado y están buscando su beneficio, cuando deberían buscar el beneficio de los damnificados, deberían alegrarse, no hay que hacerle caso a eso porque siempre hay críticas. Hay que hacer el bien sin mirar a quién”, expresó.
El religioso dijo además, en otro orden, que el pobre y los damnificados reciben su ayuda y por esas críticas no hay que echarse para atrás.