Mediante toda una dispendiosa y sistemática propaganda, los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana y no pocas de las instituciones del Estado -obviamente controladas por esos gobiernos-, han pretendido y pretenden acostumbrar a buena parte de los dominicanos a vivir en el olvido o el engaño frente a una lastimosa realidad nacional.

Estas disquisiciones vienen a propósito de unas declaraciones del Presidente de la Junta Central Electoral ante la recomendación del candidato del Partido Revolucionario Moderno, Luis Abinader, proponiendo que lo ideal sería que el conteo de los votos de las elecciones de 2016 se hiciera tanto mediante el procedimiento electrónico como por el escrutinio manual. ¿Acaso es lógico oponerse a esa sugerencia? ¿No debería la propia Junta Central Electoral, en aras de despejar suspicacias, cumplir con la ley que la rige, en los artículos 126 y 127 de esa norma? Y esto así, porque dada la conocida vinculación política del Presidente de la Junta Central Electoral con el Partido de la Liberación Dominicana y su obsesiva actitud propagandística en defensa del voto electrónico como fórmula única para obtener el resultado electoral 2016, debería ser él el primero en querer descartar dudas y sospechas.

La respuesta del Presidente de la Junta Central Electoral no podía ser más afín a la conducta de los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana: olvido de la obligación de transparencia y olvido de la obligada responsabilidad que conlleva el servicio público.

Dijo el Presidente de la Junta Central Electoral: “Se ha hecho una inversión millonaria en los equipos para que ahora digan que dejemos los equipos y que nos vayamos al conteo manual, eso es una locura”. En primer lugar el candidato del Partido Revolucionario Moderno no ha expresado “que dejemos los equipos”, sino que en concomitancia al trabajo electrónico se haga el “escrutinio manual”.

Y en segundo lugar, eso de que un peledeísta hable en defensa de una “inversión millonaria”, nos reafirma en el convencimiento de que existe un pérfido aprovechamiento de la desmemoria que los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana han pretendido crear en los dominicanos. ¿Una “inversión millonaria’ es garantía de una conducta imparcial o limpia? En este país, este gobierno y los pasados del Partido de la Liberación Dominicana han hecho inversiones millonarias en carreteras, en metros, en plantas de carbón, en aviones Tucanos, en educación y etcétera, etcétera.

Y en todas esas “inversiones millonarias” se han evidenciado los manejos turbios, las comisiones subrepticias, los robos y distorsiones en presupuestos maniobrados a través de obedientes máquinas electrónicas.

Frente a la sugerencia del candidato del Partido Revolucionario Moderno el señor Rosario ha expresado asimismo que “las sociedades no avanzan de esa manera”, subrayando que si se tiene el método electrónico sería un atraso volver al manual. Es decir, “es palante que vamos”.

Tal vez el señor Rosario, como no pocos peledeístas, piense que es tanto el olvido a que nos ha llevado toda esa propaganda que los dominicanos no podemos recordar que vivimos gobernados por el Estado más corrupto de toda la historia nacional y uno de los más corruptos de América y de la comunidad internacional. Estado, además, cuyos poderes Ejecutivo y Legislativo no han dicho ni ji frente a la demanda de conteo manual para contrastar con la “millonaria” sabiduría mecánica.

No es cierto que el equipo electrónico da fe de la pulcritud de las próximas elecciones. El equipo electrónico no piensa por sí mismo, lo ponen a pensar. Nadie desconfía de la frialdad de los artilugios de una computadora, sino de quien la manipula y busca determinado resultado. El triunfo en una carrera de automóviles no lo determina la mejor máquina sino el más auténtico y seguro conductor.

Forzando un poco el aforismo se podría decir que la fiebre no está en las sábanas, sino en la temperatura moral de los seres humanos.