PARIS, (AFP) .- Los estudiantes de enseñanza secundaria franceses se sumaron masivamente ayer martes a las protestas de los universitarios contra el nuevo contrato laboral recientemente aprobado por el Parlamento, que sigue oponiendo a gobierno y sindicatos.

Unos 40.000 estudiantes de liceos (institutos de enseñanza secundaria) y universidades de toda Francia salieron a la calle en protesta contra el Contrato Primer Empleo (CPE), causa en días pasados de multitudinarias manifestaciones que acabaron con violentos enfrentamientos entre policías y universitarios.Según la dirección general de la policía nacional francesa (DGPN), las manifestaciones de París contaron con la presencia de unos 5.000 estudiantes.

La DGPN precisó que tres policías resultaron heridos y 37 personas fueron detenidas.

Varios enfrentamientos se registraron en la movilización llevada a cabo en el departamento del norte parisino de Sena-Saint-Denis, el más desfavorecido de la capital francesa.

En esa misma zona, la muerte fortuita de dos adolescentes desencadenó en noviembre de 2005 una violenta protesta que atrajo la atención mundial sobre las condiciones de marginación de los jóvenes de los barrios periféricos de las principales ciudades de Francia.

Asimismo, en otra manifestación llevada a cabo en el centro de París, un grupo de agitadores armados con bates de beisbol dañaron unos 50 vehículos al margen de la protesta estudiantil.

“La movilización de los liceos aumentó”, señaló por su parte la Federación Independiente y Democrática de Liceos (FIDL), según la cual un 25% de las 4.370 escuelas de enseñanza secundaria en todo el territorio francés se sumaron a las protestas contra el CPE.

El ministerio francés de Educación cifró esa movilización de los liceos en menos de un 20% a nivel nacional.

Pese al baile de cifras, los colegios de enseñanza secundaria se sumaron así a las 57 universidades y a los principales sindicatos franceses, actualmente movilizados contra el CPE, un contrato para menores de 26 años que permite el despido libre durante dos años.

Pese al incremento de la presión estudiantil y de sindicatos, el primer ministro Dominique de Villepin se mantiene firme y asegura que no hay que “retirar” o “suspender” el CPE.

Villepin subrayó, así, su inflexibilidad a toda negociación al tiempo que lamentó el rechazo de los sindicatos a dialogar sobre los “ajustes” que el gobierno está dispuesto a hacer con respecto al CPE.

Los “ajustes” previstos por el ejecutivo para resolver la actual crisis afectan a los puntos más controvertidos del CPE, es decir, al período de prueba y al despido sin motivo.

Sindicatos y estudiantes, sin embargo, exigen la retirada total del CPE y están decididos a seguir con su protesta con nuevas manifestaciones previstas para el jueves y llamamientos a huelgas por todo el país, el 28 de marzo.

Esos paros afectarán, sobre todo, a los transportes ferroviarios y públicos de París y podrían causar serios disturbios a cientos de miles de personas.

Como señal de la tensión actual, sindicatos y responsables de la oposición exigieron este martes que se aclare cómo fue herido, el sábado por la noche, en París, un sindicalista, actualmente en coma bajo “pronóstico reservado”.

Miembro de un sindicato de extrema izquierda, Cyril Ferrez, de 39 años, resultó gravemente herido durante los violentos enfrentamientos entre policías y manifestantes registrados al final de una protesta contra el CPE, en el centro de la capital parisina.