Tomás Eloy Martínez contó las historias de sus novelas

Tomás Eloy Martínez contó las historias de sus novelas

Mientras el escritor argentino Tomás Eloy Martínez escuchaba la presentación que hicieran sus homólogos dominicanos Carmen Imbert Brugal y José Mármol, su rostro no dejó de emitir mensajes de emoción.

Era la primera vez que visitaba el país y compartía sus experiencias con el pueblo dominicano, por tal motivo los organizadores de la VII Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2004 quisieron que quienes han leído sus obras y se han interesado en conocer más sobre su vida literaria lo hicieran de una forma más cercana.

Con esta intención, fue invitado a dictar una charla, cuyo título fue: “Las estrategias narrativas en sus novelas”, realizada en el Pabellón de Literatura, dirigido por el poeta Pastor de Moya, quien al dar la bienvenida a los presentes destacó que la obra “Santa Evita”, traducida a siete idiomas, es considerada como una de las más sólidas y deslumbrantes de la literatura hispanoamericana.

Posteriormente, Tony Raful, secretario de Cultura, dijo que esa novela está vinculada con Eva Perón, uno de los mitos fundamentales de la vida de América del siglo XX, y que todavía gravita como mito político, no sólo en la vida de Argentina, sino de los países del área. “La obra nos permite conocer estos datos y a través de la imaginación del escritor captura la atención del lector, tanto así que desde que uno comienza a leerla no puede parar hasta terminarla”.

En su presentación, José Mármol afirmó que Tomás Eloy Martínez tiene un extraordinario dominio del lenguaje y de la técnica narrativa, al tiempo que conoce a cabalidad el poder lúdico de la disyuntiva que existe entre verdad o mentira, o bien verdad y ficción.

Carmen Imbert expresó que su presencia en el país fue una especie de regalo del azar, tal vez una burla “y Alfaguara y la Feria del Libro lo saben, por eso nos convocaron a acompañarle en este encuentro. En la invitación dice le acompañarán los escritores Carmen Imbert Brugal y José Mármol, más no puede ser y así es suficiente”. Tras escuchar estas emotivas y reales palabras, Tomás Eloy Martínez tomó el micrófono y dijo: “Admiro la sabiduría con la que los escritores leyeron sus textos. Me pareció que el mejor modo de corresponder a la felicidad de estar en Santo Domingo era narrando algunas confesiones personales”.

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