Hoy 
POR SANTIAGO GONZÁLEZ
SANTIAGO.- Las lluvias, que continuaban ayer sobre poblaciones del Cibao, han dejado hasta el momento más de mil cuatrocientas familias de la línea noroeste en calidad de refugiadas, miles de tareas de tomate y arroz anegadas y amenaza de nuevos deslizamientos de tierra.
Los refugiados estaban alojados en el barrio Los Maestros y el kilometro 17, procedentes de Montecristi y del sector Juliana, donde las aguas afectaron las parcelas del asentamiento 304 del Instituto Agrario Dominicano y del batey La Cruz de Manzanillo, Ranchero de Guayubín y Palo Verde.
Las aguas vertidas desde la presa de Tavera al río Yaque del Norte inundaron ayer, además, el batey La Cruz, El Higüero y el barrio Los Solares de Palo Verde.
El director de la Defensa Civil en Montecristi, Máximo Ventura, declaró que se estaban tomando las medidas preventivas para evitar males mayores.
«La situación hoy es que el río sigue con mucha agua y tenemos 1,400 familias alojadas donde familiares y amigos en calidad de refugiados y nos mantenemos a la expectativa», dijo Ventura.
Aseguró que los semilleros de arroz y tomate habían sido dañados por las lluvias en la zona de influencia del Bajo Yaque del Norte porque el río estaba «botado».
En Nagua, el sacerdote Rogelio Cruz dijo que otras siete comunidades se encontraban incomunicadas y la situación se tornaba ayer en la tarde bastante difícil para residentes en La Ceja, Los Peinados y Los Contreras, entre otras.
Dijo que familias cuyas comunidades se encuentran en peligro no quieren dejar la zona y reconoció que las autoridades estaban distribuyendo alimentos y realizaban trabajos de limpieza de caminos que resultaron incomunicados.
El padre Rogelio Cruz alertó sobre los problemas generados por la falta de un dique en el río Yuna, que podría ser más peligroso que lo ocurrido en Jimaní, porque la sedimentación impide la salida al mar.
En Santiago las autoridades estaban desfogando ayer tarde 165 metros cúbicos por segundo del embalse de la presa de Tavera, la cual en la mañana acumuló 327.02 metros de agua y su capacidad de almacenamiento es de 327.50.
A su paso hacia la zona baja de la Línea Noroeste, el río Yaque cubrió con sus aguas miles de tareas de arroz, plátanos y otros cultivos.
Los residentes en lugares críticos de inundaciones estaban en alerta roja de parte de la Comisión Provincial de Emergencia que les exhortó a estar atentos, pero el sol estuvo radiante toda la tarde aquí.
Desde Puerto Plata, el director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de esa ciudad (CORAAPLATA), ingeniero José Onesimo Reyes, dijo que los ríos habían dañado el acueducto del municipio de Altamira, de las localidades de Martín Alonso y el Estrecho, en Luperón y hasta el de Puerto Plata, que recibía sedimentación de los ríos Yásica y Yaroa.
Explicó que varias vías de comunicación sufrieron daños en esa provincia y citó entre ellas la carretera El Estrecho-El castillo, rota en cuatro partes por el río Bajabonico, dejando incomunicados el municipio de Luperón y El Castillo.
Derrumbes se produjeron también entre la localidad de Altamira-El Amacey, la cual se derrumbó y averió el acueducto de allí.
Autoridades del Instituto de Recursos Hidráulicos(INDRHI) y la Secretaría de Agricultura realizaban evaluaciones y supervisaban las zonas sometidas a torrenciales aguaceros y a crecidas de ríos para la aplicación de su programa de recuperación de las plantaciones agrícolas que han sido afectadas y la reparación de puentes y carreteras.
