Tomemos el toro por los cuernos en el caso del vecino Haití

Tomemos el toro por los cuernos en el caso del vecino Haití

La crisis haitiana es el principal problema de nuestro país, por sus secuelas.

El momento de un cambio de rumbo en el manejo de la crisis de Haití parece haber llegado.

Como ha advertido nuestro país siempre, y el presidente Luis Abinader ha hecho el énfasis de mayor calado al respecto, la solución de la crisis haitiana no debe descansar sólo en la República Dominicana, sino que es una responsabilidad de la comunidad internacional.

Pero durante mucho tiempo la comunidad internacional parecía evadir esa responsabilidad o su liderazgo rehuía de ella.

Ahora, en cambio, la Administración Trump parece estar decidida a tomar el toro por los cuernos. Por lo menos, eso es lo que se desprende de estas palabras que acaba de pronunciar el secretario de Estado, Marco Rubio, durante una comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado: “Si la OEA no puede asumir liderazgo en Haití, entonces ¿Cuál es su función?”.

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Fue más claro aún: urge una acción hemisférica coordinada que no dependa exclusivamente de Estados Unidos o de la parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU.

Y para cerrar con broche de oro, afirmó que Estados Unidos quiere tener un rol más activo, “pero necesitamos que organizaciones como la OEA, que reciben un considerable aporte americano, den un paso adelante”.

Nunca habíamos escuchado al Gobierno de Estados Unidos estar tan consciente de que la solución en Haití debe ser asumida por la comunidad internacional.

Y la República Dominicana debe seguir haciendo su parte para empujar el proceso que haga posible que la gobernanza se haga presente en Haití, lo que conviene a todos, tanto a la República Dominicana (el principal problema del país es el haitiano por los costos y las secuelas en inseguridad) y demás países de la región como a los propios Estados Unidos, que también son impactados por los problemas de seguridad que genera el caos en Haití.

El encuentro, sin precedentes en la historia democrática reciente de República Dominicana, entre el presidente Luis Abinader los expresidentes Leonel Fernández, Danilo Medina e Hipólito Mejía podría servir de mucha ayuda en el abordaje de la crisis haitiana, pues acordaron crear espacios de trabajo conjunto para definir una política nacional sobre Haití; convocar al Consejo Económico y Social para consensuar propuestas de Estado, dar reportes periódicos de seguridad nacional a los expresidentes e impulsar una política exterior unificada sobre el asunto.

Tanto la advertencia de Rubio como este encuentro auguran un cambio de rumbo en el abordaje de la crisis haitiana, muy esperanzador para la República Dominicana, y debe serlo también para Haití, porque la solución de esta crisis, además de reducir las presiones migratorias, fortalecería el comercio (no debemos ignorar que exportamos a Haití alrededor de 1,000 millones de dólares al año), bajaría los costos de seguridad y aumentarían las oportunidades de inversión dominicana en el vecino país. Y, lo que es más importante aún, podríamos estar en el punto de partida para logar una comprensión de ambas partes, de que prescindir el uno del otro no es una opción, por lo cual, ambos países deben comprender que a pesar de las dificultades, están obligados a trabajar juntos por un mejor porvenir.

Mario Mendez

Mario Mendez

Licenciado en Economía, del Instituto Tecnológico de Santo Domingo
(INTEC), con más de 40 años de ejercicio en el Periódico HOY.

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