El dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Tony Jiménez, manifestó hoy que a cincuenta años del golpe de estado contra Juan Bosch, el pueblo dominicano aún lamenta ese hecho nefasto.

«El golpe al gobierno legalmente constituido que encabezaba Bosch detuvo la marcha hacia la verdadera democracia, tan anhelada por los dominicanos», indicó.

Dijo que el derrocamiento del fundador del PRD y PLD, apenas siete meses después de asumir la Presidencia, marcó el inicio de una etapa cunvulsa de la historia reciente de la República Dominicana, que evitarse, de haber proseguido el ensayo democrático impulsado por Bosch.

«Fuerzas del oscurantismo, al servicio de los más insanos intereses, interrumpieron el gobierno de Juan Bosch, quien ganó limpiamente las elecciones de 1962, aún teniendo en contra la oligarquía y fuerzas retardatarias, remanentes del trujillismo», expresó.

Según el dirigente peledeista, el país hubiera sido diferente si Bosch no hubiera sido derrocado. «El gobierno de facto torció nuestra vida democrática y nos llevó a la guerra civil, que trajo consigo un período de confrontaciones, frustraciones y gobiernos autoritarios y corruptos, que no eran más que mascarillas del pasado que queríamos sepultar», afirmó.

«Pero Juan Bosch no se cansaba, seguía promoviendo la idea de que la política era un servicio social. A partir del golpe, sus actividades quedaron encasilladas por la política. El que había sido biógrafo de personajes bíblicos, novelista y cuentista se convierte, por la fuerza de los acontecimientos, en un político a tiempo completo, actividad que consagró su existencia», señaló.

Recordó que en los siete meses de gobierno de Bosch, dominicana entró en un proceso de crecimiento y desarrollo económico, así como de fomento de la justicia social, de acuerdo a publicaciones de los principales diarios de la época.

«También encaminó acciones para modernizar el país, incentivando la creación de fábricas e industrias, y motivando las áreas de construcción, producción agrícola, la educación, el sistema sanitario y medio ambiente, entre otros», indicó.

Además, promulgó una Constitución que sancionaba drásticamente la corrupción administrativa, obligaba la restitución de bienes robados al Estado y prohibía tajantemente la reelección presidencial, dijo.

«Cuando se pasa un balance minucioso de la obra de gobierno y proyectos emprendidos por Bosch, debemos coincidir con los historiadores, sociólogos y analistas que señalan que el golpe del 25 de septiembre de 1963 retrasó el desarrollo del país en no menos de medio siglo», sostuvo.