Querer es poder y cuando se quiere, se puede, son dos máximas populares que se aplican al cantante cristiano Tony Meléndez, quien a pesar de estar privado de sus dos brazos, no se ha amilanado y ha superado las adversidades.

Y es que Tony, con un mensaje positivo que se resume en un yo puedo, yo quiero y yo voy a moverme pa´ adelante, ha servido de ejemplo para otras personas logrando incrementar la autoestima.

Nacido el 9 de enero de 1962, en la ciudad de Rivas, Nicaragua, bajo el nombre de José Antonio Meléndez Rodríguez, Tony superó el infortunio de no tener brazos. Él, al igual que otros miles de niños, nació sin sus extremidades superiores debido a un medicamento llamado talidomida, que debía calmar los efectos de náuseas del embarazo de su madre.

El intérprete de Never be the same (Nunca será lo mismo), no se detuvo ante nada. Le encantaba la guitarra y con voluntad de hierro aprendió a tocarla, luego aprendió a conducir, a pintar y a escribir canciones. Todo esto con sus pies.

También escribió el libro A gift of hope (Un regalo de esperanza), que fue traducido al español.

Desde que se inició como cantante ha recorrido Estados Unidos, país en el que reside, y más de 30 naciones a las que ha llevado su mensaje de fe y esperanza.

Sus canciones han causado admiración y respeto por la tenacidad y profundidad de sus mensajes.

Conocido como el hombre de los pies de Dios, Tony ofrecerá su amplio repertorio mañana en La Fiesta, del hotel Jaragua.