Tony Peña hace creer a los Reales

Tony Peña hace creer a los Reales

NUEVA YORK (AP).- Esto fue lo que Tony Peña se encontró cuando tomó las riendas de los Reales: nueve temporadas consecutivas de resultados mediocres, un presupuesto exiguo y dos o tres figuras de renombre en sus filas.

El piloto dominicano no le puso peros a la situación y Kansas City partió a todo vapor en el 2003 ganando sus primeros nueve partidos. El resultado final fue una marca de 83-79, un llamativo repunte de 21 victorias con respecto a la campaña previa, además de haber estado en la pelea por el título en la división Central de la Liga Americana hasta el mes final El contagioso entusiasmo de Peña y su calidad innata para exprimir al máximo el talento de los jugadores fueron quizás los motores de la milagrosa recuperación de los Reales.

En apenas su primera temporada completa como piloto de grandes ligas, Peña acumuló los méritos suficientes para ser el Mánager del Año en la liga, emulando a Felipe Alou, el otro dominicano que había recibido el honor con los Expos de Montreal.

Alentados por ese renacer, los Reales miran el 2004 como un año que promete sólo alegrías.

Kansas City se presenta como el candidato más sólido para ganar la división y clasificar a los playoffs, algo que no ha logrado desde 1985. Quizás su mejor aliado es la propia conformación de la división, donde se percibe mucha paridad con los Mellizos y Medias Blancas, los otros candidatos.

Tras tantos años de fracasos, los Reales se habían convertido en el hazmerreír de la liga, lo que le hacía más difícil la tarea de traer nuevos jugadores.

Tal situación no se repitió en el último receso y el gerente general Allan Baird pudo retocar la nómina, contratando a un par de veteranos de mil batallas en los puertorriqueños Juan González y Benito Santiago. Este par se suma a un ataque que ya incluía a Carlos Beltrán, Mike Sweeney y a Angel Berroa, éste último el Novato del Año. Peña parece tener un equipo más maduro, con los recursos para dar la pelea de principio a fin. El secreto del éxito estaría en el desempeño de una rotación de lanzadores que el año pasado figuró 12 entre 14 equipos en la Americana en cuenta a efectividad (5.05) y posee un grueso expediente de lesiones. Salvo Kevin Appier, los nombres de sus integrantes son casi que desconocidos que abren más interrogantes con certezas.

Al tope de la rotación los Reales cuentan con un par de zurdos: Darrel May (10-8, 3.77 de efectividad) y Brian Anderson (5-1, 3.77 tras ser transferido de Cleveland).

Se dice que otro zurdo Jeremy Affeldt (7-3, 3.93) tiene el repertorio para ganar 20 partidos, pero ha tenido con mala suerte al perderse varias salidas debido a ampollas en los dedos.

Un par de compatriotas de Peña, Miguel Asencio (2-1, 5.21) y Runelvys Hernández (7-5, 4.61), se asoman como opciones. Lo malo es que ambos vienen de operarse el codo y apenas están en el proceso de rehabilitación. Algo similar se presenta con Appier (8-9, 5.40 con Anaheim y Kansas City).

Otros con consideración son Chris George (9-6, 7.11), Jimmy Gobble (4-5, 4.61) y Kyle Snyder (1-6, 5.17.) El panorama luce mejor en el bullpen, donde cuentan con Mike MacDougal, quien se apuntó 27 salvamentos en su año de novato. El cansancio minó su estamina en la recta final, y sólo logró tres rescates tras la pausa del juego de estrellas.

Scott Sullivan, Jason Grimsley y Curtis Leskanic llegaron en el receso para completar un pelotón de relevistas considerados de lo más sólidos en la liga.

La piedra angular en el ataque es el jardinero central puertorriqueño Carlos Beltrán, quien viene de completar su tercera temporada consecutiva remolcando más de 100 carreras.

Beltrán está en el umbral de la agencia libre y se conjetura que este sería su último año con el equipo, ya que se espera que su cotización sea muy elevada.

El boricua es el jugador ideal, que batea con consistencia (307 de promedio), tiene poder para llevarse la cerca (26 jonrones), impone su velocidad en las bases (41 robos) y es dueño de una guante seguro.

Los Reales sufrieron una baja notable con la partida de Raúl Ibáñez, quien firmó con Seattle tras una campaña en la bateó para 294 y produjo 90 carreras.

Su sustituto en el jardín derecho es «Igor» González (294, 24, 70 con Texas), quien intentará relanzar su carrera, marcada los últimos años por lesiones, incluyendo una en la pantorrilla que le hizo perder los dos meses finales de la campaña.

Para cubrir el jardín izquierdo, los Reales tienen a Aaron Guiel (277, 12, 52), quien se apoderó de la titularidad tras pasar diez años en las menores.

Sweeney (293, 16, 83) podría ver más acción como bateador designado que en la inicial, donde el encargado sería Ken Harvey.

Del lado izquierdo del cuadro interior, Kansas City luce bien con el paracorto dominicano Berroa (287, 17, 73) y el antesalista Joe Randa (291, 16, 72). El ocupante de la intermedia se dilucidará de un pulso entre Tommy Graffanino y Desi Relaford. Y Benito Santiago, quien acaba de cumplir los 39 años, pasa a la receptoría. Viene de compilar buenos números con los Gigantes con promedio de 279 y 56 carreras impulsadas.

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