Tony Raful presenta “Mirándote bailar”

Tony Raful presenta “Mirándote bailar”

Tony Raful en alas de la danza, se remonta a espacios ignotos solo descritos por el alma del poeta excelso, a través de sus versos y metáforas volátiles, hermosas y sugerentes.

En su voz la poesía se hace danza, y es que como la danza, la poesía emana de una fuente interior, transformando la vivencia sensible en formas que se externan.

“Mirándote bailar” es un poema inspirado por una bella bailarina, María Elena Espaillat, que aún danza para el poeta, desde las nuevas transparencias donde se ha posado su alma.

“En un solo suspiro de claridad y sollozo, María Elena nos deja cuando intenta subir al cielo. Núbil sinfonía del alba herida. Empinada en su caserío de mariposas. Ella danza danzarina cuando tú danzas. De su lejanía nos acompaña su fulgor”.

En la Sala Máximo Avilés Blonda, tuvo lugar el pasado sábado la presentación de este libro en el que además, se incluye los exquisitos versos “Cantatas y partituras, para amantes y duendes”, y esa noche, justamente el duende, ese poder misterioso que todos sienten y que ningún filósofo ha podido explicar, al decir de Goethe, se posó allí, y en un torbellino de embrujo y ensoñación nos envolvió a todos.

Tony Raful, artífice de la metáfora vibrante leyó sus versos, en su voz, las palabras como en un arpegio indetenible, adquieren una sonoridad acariciante.

Luego Pedro Delgado Malagón hizo una sentida presentación del poema “Mirándote bailar”.

Terminada la parte protocolar se inicia la representación donde la danza, la música y la poesía se unen en un ideal estético, idea concebida y dirigida por el dramaturgo Giovanni Cruz.

Aquí los versos toman nuevos matices en la voz de Eduardo Villanueva, que más que decir descifra cada verso, con pasión y ternura a la vez, mientras, la hermosa  ballerina interpreta el poema, etérea a veces, terrenal otras, las hermosas evoluciones de su danza van surgiendo con plasticidad elocuente, Karoline Becker, es la musa metafórica, presente en la ensoñación.

Esa formidable fusión de poesía y danza, se envuelve en un tercer elemento, la música, que no es aquí simple acompañamiento, es canto vital.

La composición del maestro  Dante Cucurullo sublime, por igual la interpretación al piano de la profesora María Irene Blanco.

La representación concluye, los presentes se marchan con el espíritu regocijado tras una noche de mágico lirismo.

Finalmente, agradezco a mi gran amigo Tony Raful el haberme dedicado su nueva creación, la cual pude disfrutar a plenitud el  sábado por la noche.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas