El mago español Tony Urdangarín llevó su espectáculo Magikus a la sala Eduardo Brito del Teatro Nacional la noche del sábado, con algunos cambios que resultaron atractivos para la gran cantidad de niños.
Poco más de la mitad de los asientos de la sala grande fueron ocupados por las personas, algunas de las cuales fueron bajadas a platea desde el área de balcón. El show contó con la dirección de José Antonio Rodríguez e inició a las 8:45 de la noche con un opening en medio del juego de luces.
Los primeros números con los cuales Urdangarín se ganó los aplausos de la concurrencia, a pesar de algunos inconvenientes iniciales con el sonido, fueron la cesta india, interlude, el dominio mágico y la levitación de las sillas.
Su hijo Antonio Urdangarín Junior tuvo una participación especial al igual que el invitado de la noche, Enrique Arellano.
Los niños y adultos también disfrutaron de la pizarras espiritistas, houlette, el block de dibujo, levitación, la botella que desaparece y luces del espacio.
Los aplausos del emocionado público que se preguntaba cómo Tony era capaz de hacer tales trucos, fueron más fuertes con las barajas y la desaparición de pañuelos y palomas.
Pero la emoción llegó a la cúspide con el número donde el mago español partió en nueve partes a su asistente Iris Manzano.
Los últimos trucos con los cuales Tony Urdangarín se despidió por ahora, fueron la mesa de tiros, las cartas y el celular y el baúl. En fin, el espectáculo Magikus estuvo cargado de sorpresas y de actos de magia que dejaron estupefactos a los espectadores que a veces no creían lo que estaban viendo. Algunos voluntarios también participaron en trucos en el propio escenario, siendo testigos de lo que sucedió allá arriba.
[b]FICHA TÉCNICA[/b]
Producción general: Creatividad, S.A.
Dirección: José A. Rodríguez
Coordinación: Mónika Despradel
Coreografía: Anny Rodríguez
Asistente producción: Dorka Gómez
Luces: Enmanuel Ferris