París. Francia. Top Resa 2009 fue más que una feria en la que alrededor de 26,000 tour operadores, agentes de viajes y hoteleros apostaron a ganarse una tajada del millonario negocio turístico: fue una fiesta de la diversidad étnica y una muestra de las diferencias económicas de los países que asistieron a este encuentro.

Mientras una mulata dominicana se contoneaba con sus mejores artes a ritmo de una bachata –en las imágenes de un vídeo-  las bailarinas de la isla de Mauricio, situada en el océano Índico, hacían lo mismo pero con los acordes de tambores y guitarras.

Los silenciosos asiáticos exhibieron sus milenarias tradiciones a través de la música, la danza y la artesanía, a la par que las calladas mujeres de Azerbaiján y Arabia Saudita, que sólo permitían que fuera a través de sus atuendos y de los boletines que ofrecen, que se conozcan los encantos de sus respectivas culturas.

En esta feria, que culminó el pasado viernes y se llevó a cabo en el centro de convenciones de Porte de Versalles, países como Togo, Benin y Senegal, situados en África, mostraron lo mejor de sus recursos naturales y  sobre todo un enorme orgullo por sus legados culturales.

Tal es el caso de Lodaro Sall, una joven senegalesa que destacó la riqueza étnica de su país -en el que se hablan seis dialectos y cuya lengua oficial es el francés-, donde la música, según ella, es el alma de sus habitantes. De tal suerte, el merengue y la salsa son ritmos que se tocaron y se gozaron allí, inclusive con variantes rítmicas adaptadas por los músicos de allá.

Un mar de maletines

En el pabellón número siete de Porte de Versalles es donde se realizó la feria turística, la más importante de Francia, en la que cientos de hombres y mujeres de negocios se movieron alrededor de un objetivo: mantener viva la industria turística a pesar de la crisis financiera global del año 2008.

Los representantes de más de 15 empresas hoteleras y tours operadoras instaladas en el área de la secretaría de Turismo de la República Dominicana usaron sus mejores argucias –la amabilidad y las sonrisas- para convencer a los eventuales clientes sobre las ventajas de organizar unas vacaciones en un polo turístico que lo tiene todo.

A la plataforma criolla, instalada estratégicamente en la entrada del recinto, le faltó una dosis viva y bullanguera, más allá de los vídeos y las fotos, de la bachata y el merengue.

Economía

Todo lo que envuelve la actividad turística estuvo presente en esta feria. Air France exhibió los confortables asientos instalados en las áreas de primera clase de sus aviones;  Italia, España y Argentina compitieron por la calidad de sus vinos, la industria de los cruceros peleó por otro tanto y otros menos ambiciosos, como Costa Rica, apostaron por un turismo sostenible.

Las claves

1.  Turismo por la gente

Con la intención de que la actividad turísica incluya la mejoría de la calidad de vida de la gente,  el Instituto Costarricense de Turismo lleva a cabo la campaña “Turismo sostenible”, mediante la cual la certificación de calidad de los hoteles se cambia de estrellas por hojas verdes,  explicó Laura Chacón, representante de esa entidad.

2.  El estrés

Cuando la música autóctona callaba, en el gigantesco salón se escuchaba un arsenal de voces -dominadas por la francofonía- que representaban la agonía de una actividad económica que pujó para vender placer, descanso y entretenimiento.