París. El toque de queda en París y ocho grandes áreas metropolitanas de Francia será más estricto este sábado, desde las 21.00 hora local, después de la flexibilidad de ciudadanos y policías de la primera jornada, que comenzó a medianoche.
A esa hora, la capital y las otras grandes ciudades no eran precisamente la imagen de lugares bajo un toque de queda para combatir una pandemia, con terrazas de restaurantes llenas o grupos festejando con un uso escaso de las mascarillas.
Los fiesteros, en su mayoría jóvenes, no empezaron a retirarse de las zonas de ocio del centro de París hasta ya más allá de la medianoche, mientras los trabajadores de la hostelería procedían a limpiar los establecimientos antes del cierre.
Después, una pequeña peregrinación a pie partió en distintas direcciones que llevan a los barrios residenciales. Hacia las 01.00, el toque de queda ya era claramente perceptible en la inmensa mayoría de la ciudad.
“Creo que esto ha sido un pacto tácito y hoy ya será todo más estricto”, reflexionó hoy a Efe un parisino testigo de la laxitud de la primera noche.
FLEXIBILIDAD CONSENTIDA POR TODO EL PAÍS
Escenas similares se vivieron en las otro ocho áreas urbanas de Lyon, Marsella-Aix en Provence, Lille, Rouen, Toulouse, Grenoble, Montpellier y Saint Etienne, según pudo comprobar Efe en algunas de ellas y señalan medios locales en otras.
En Lyon, la tercera ciudad más poblada del país, los bares y restaurantes de la zona de ocio nocturno de la Place Terreaux, en el centro, dejaban de servir para las 23.30, aunque perrmitían terminar en terrazas o en el interior a los que habían llegado antes, según explicó un residente.
Al final, había gente en las calles lionesas, hablando o volviendo a casa, hasta casi la 01.00 del sábado, añadió.