Actividades al aire libre son menos riesgosas que a puerta cerrada

El incremento de casos de personas infectadas y fallecidas por la pandemia de COVID 19 en las festividades navideñas provocó la emisión del decreto 740-20 por el presidente Luis Abinader el 30 de diciembre pasado con vigencia hasta el 10 de enero 2021.

Se restablecen medidas más restrictivas con extensión del horario de toque de queda; cierre de servicios de recepción de clientes con ingestión de alimentos y bebidas al interior de restaurantes y colmados y prohibición del uso de parques, malecones, gimnasios y áreas dedicadas a actividades deportivas, entre otras.

Los horarios del toque de queda parten del supuesto de la existencia de patrones homogéneos de agrupamiento recreativo en las personas independientemente del contexto y estrato social en el ámbito nacional. Se supone que los días de semana tienen únicamente un carácter laboral y los fines de semana de diversión. En contextos urbano-marginales la interacción es una necesidad cotidiana permeada del carácter festivo sin diferencias entre días de semana ni tandas.

La frontera entre los hogares-viviendas con calles y callejones es difusa por su precariedad y hacinamiento. Actividades domésticas y recreativas tienen carácter colectivo no individual. La necesidad de interactuar y compartir ha generado una contra-respuesta al toque de queda con alternativas para su sostenimiento con intensificación del consumo de alcohol y música en alto volumen en los hogares.
Otro aspecto que resulta contradictorio en las medidas es el referido a la prohibición del uso de parques y malecones para las personas ejercitarse. La prevención de la COVID supone no solo las medidas para evitar el contagio en el contacto físico sino el manejo de unas mejores condiciones de salud y alimentación en las personas para evitar los riesgos de contagio con agravamiento en los síntomas de la enfermedad.

Una de las actividades que más favorecen a una mejor salud es el ejercicio físico y la exposición diaria al sol para mejorar el sistema inmunológico. Resulta contradictorio que se disponga el cierre de los parques y malecones prohibiéndole a las personas realizar ejercicios o montar bicicletas que favorecen a disminuir el riesgo de desarrollo de la enfermedad.

Se hace necesario enfatizar en la prevención desde la educación popular con campañas y acciones de educación en salud dirigidas a la ciudadanía con orientaciones precisas sobre fortalecimiento del sistema inmunológico que incluya promoción del ejercicio físico, exposición al sol y la ingesta de frutas y alimentos sanos. Los parques y malecones son los pocos espacios con que cuentan las personas en las ciudades para ejercitarse individualmente al aire libre. Las actividades al aire libre son menos riesgosas que las que se realizan a puerta cerrada y con aire acondicionado.