POR CLARA SILVESTRE
Considerado el color de la fama y de la felicidad, el rojo se relaciona también con la pasión y el amor, razones suficientes como para colocar algunos objetos o muebles rojos en distintos lugares de la casa, lo que además le aportará fuerza a estos espacios. 

En la China, al rojo se le atribuye poder, buena suerte y larga vida, propiedades que combinadas combaten lo negativo. Se trata de costumbres que envuelven gran significado y sabiduría, las que se encuentran ligadas al rojo.

En esta cultura oriental, las novias deben vestirse de rojo y también los regalos de año nuevo se entregan en sobres rojos. El maestro budista Thomás Lin Yun entiende que el rojo es como el amanecer, lo que sugiere comienzo y se encuentra asociado a la energía del universo.

Aquí, aunque las costumbres son otras, también se considera el rojo como símbolo de amor y pasión, siendo muy utilizado principalmente por las mujeres en ropas, zapatos y carteras. Pero cuando se trata de llevarlo a la casa, las cosas cambian, pues al parecer se le deja a los más atrevidos.

Por lo general, la decoración se concibe sobria con tonos tierra, con la gama de los diferentes marrones y cremas, además del blanco y los colores rosado, azul y verde, pero en tonos pasteles.

Evidentemente que en lo que respecta a decoración, al rojo se le tiene cierto respeto, sencillamente porque muchas personas son muy tradicionales en la elección de los colores, y otras porqué quizás tienen cierto miedo al utilizarlo.

Estamos a puertas de la Navidad, un gran motivo para darle una oportunidad al rojo en su hogar. Esta vez, liso o estampado, de cualquier forma, pero rojo. No se arrepentirá y le revitalizará los diferentes espacios de su casa, aportándole alegría.