POR HÉCTOR GARCÍA
En el mes de octubre escribí un trabajo donde comencé hablando de esta manera, cito: «Este sobrenombre dado al lanzador dominicano Pedro Martínez, es ahora cuando lo justifico y prometo que en adelante siempre lo enarbolaré».

Y agregué: «Esto así, porque Pedro Martínez, me satisfizo como persona al ofrecer unas declaraciones luego del segundo juego de la serie de campeonato de la Liga Americana, celebrado en Nueva York. El había dicho con anterioridad que no encontraba la forma de lanzar frente a los Yankees y que ese conjunto era su Papá».

«Con esto se hizo una gran campaña publicitaria y Pedro Martínez, creció lo que él no se imagina». Cierro la cita.

Al cabo de un mes y algo, Pedro Martínez, que me luce un hombre muy bien asesorado, además de que cuando habla y actúa demuestra inteligencia, vuelve a poner El Cascabel al Gato, cuando declara lo siguiente. Cito: «Más que dinero, busco respeto en el mercado de agentes libres de las Grandes Ligas». «Yo quiero respeto, cariño y el mejor trato posible. No estoy pidiendo nada que Pedro Martínez no se merezca. La gente no entiende que cuando se trata de agencia libre, eso significa que tú puedes ir al mejor postor».

«Diría que en este estado de mi carrera yo tengo un nivel en el mercado y si bajo de ahí, bajo a todos los muchachos que van subiendo. Por eso es que digo que el respeto es más que todo». Cierro la cita y vuelvo a quitarme el sombrero y a inclinarme ante los pies de Pedro El Grande, como lo bautizó Álvaro Arvelo hijo.

EN BÉISBOL 2+2 NO SON CUATRO

Yo soy de lo que cree que en béisbol, dos más dos, algunas veces suman cinco y en oportunidades bajan a tres.

Esto lo digo porque vengo leyendo análisis sobre la decretada descalificación de los Leones del Escogido y hay quienes creen que no llegan a diciembre.

Al escribir este trabajo el Escogido solo tenía 8 victorias en 24 encuentros, por lo que tendría que tener una segunda mitad que inicio ayer martes, más que sobresaliente.

Y, yo pregunto ¿Qué lo impide?

El calendario es de 50 juegos y a los equipos les restan 26 por celebrar. El Escogido puede ganar 17 o más partidos y dos de los que están en la punta de abajo pueden perder más que los escarlatas. Por eso es que no creo en la matemática en el béisbol, donde en oportunidades yo repito lo que dije arriba que en béisbol, dos más dos, algunas veces suman cinco y en oportunidades bajan a tres.

Lo que debe haber en las filas de los Leones son cambios urgentes, motivaciones y buscar todavía en el mercado hombres que no «metan miedo» en las posiciones de tercero y cuarto, sino que resuelvan, porque el pitcheo está ahí y viene haciendo su trabajo.

¡Vamos arriba Escogido! El béisbol criollo necesita que tu gane.

NEIFI Y MIRABAL

Me preguntaba yo en Momento Deportivo, mi programa de televisión, ¿por qué Neifi Pérez no entra a juego con los Leones del Escogido?

Posteriormente analizaba la falta que les hacía Neifi, a ese conjunto y el fallo que cometía el caballeroso muchacho descansando tanto tiempo.

Posterior a eso escuché un pleito por la radio entre él y Franklin Mirabal, el que recomiendo deben dejar de inmediato. Ellos son dos figuras del béisbol y están en la misma organización, aunque en funciones distintas y los Leones del Escogido, lo necesitan a ambos.

LAMENTABLE, PERO NO

Los Azucareros del Este despidieron a su dirigente Luis Silverio, según ellos en procura por mejorar la situación del conjunto que ocupa el penúltimo lugar en la tabla de posiciones del torneo de béisbol invernal.

La dirigencia de la novena de La Romana, informó que en los próximos días estará oficialmente al frente del conjunto Teodoro Martínez.

Los Azucareros tienen marca de 9-15, por lo que están a diez juegos completos de la primera posición pero sólo a dos partidos del clasificatorio cuarto puesto.

Al cancelar a Luis Silverio, los ejecutivos de los Toros del Este, no examinaron la efectividad de su pitcheo intermedio y cerrador. Tampoco se dieron cuenta de que solo dos de sus abridores han hecho el trabajo.

Pero bueno, si ellos entienden que saliendo de Luis Silverio, las cosas marcharán mejor, que buen viento los guíe. ¡Que errados están!

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