Tormenta avanza hacia EU

Tormenta avanza hacia EU

MIAMI (AFP).- Carolina del Norte se prepara para recibir el azote de la tormenta Ophelia, que ha perdido fuerza pero podría intensificarse nuevamente antes de tocar tierra y representa peligro debido a la lentitud con que se desplaza, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH) con sede en Miami.

   Este nuevo ciclón amenaza dos semanas después de que el destructor huracán Katrina azotara la costa sur de Estados Unidos el pasado 29 de agosto, dejando más 400 muertos en Luisiana, Mississippi, Alabama y Florida, y más de 100.000 personas permanecen aún desplazadas.

   «Tenemos la desagradable posibilidad de que el ciclón permanezca junto a la costa sureste de Estados Unidos durante cinco días», advirtió este lunes Richard Pasch, meteorólogo del CNH en el último reporte sobre Ophelia, emitido a las 15H00 GMT del lunes.

   El gobernador de Carolina del Norte (este), Mike Easley, declaró un estado de emergencia para el área, ordenó la movilización de 200 guardias nacionales al este del Estado y ordenó evacuaciones obligatorias en islas costeras a las que sólo puede llegarse por vía marítima.

   «Ophelia es una tormenta lenta que puede traer vientos de tormenta y huracanados a nuestra costa por tres días», advirtió Easley este lunes.           

«Vientos de esta magnitud pueden traer extensos fallos eléctricos y daños. Pido a todos que tomen las precauciones necesarias para mantener a sus familias seguras», agregó.

   El condado de Brunswick, al sur, en el límite con Carolina del Sur, recomendó evacuaciones voluntarias, cerró escuelas, dio mediodía de trabajo a sus empleados y abrió los primeros refugios este lunes.

   También se suspendió en las Carolinas el recibimiento de desplazados por el huracán Katrina, y más de 700 fueron trasladados por vía aérea desde las costas de Carolina del Sur hacia ciudades del interior como Columbia y Greenville, dijo Chris Drummond, portavoz del gobernador Mark Sanford.

   «No es que no queramos ayudar a nadie. Pero creemos que debemos asegurarnos de que podemos enfrentar cualquier problema que surja aquí», agregó, por su parte, Eddie King, director de emergencias del condado de Pender, adyacente a Brunswick (Carolina del Norte).

   Easley agregó que además de los 200 efectivos de la Guardia Nacional movilizados al este del estado, también se han activado equipos de rescate rápido en lanchas, helicópteros, y se abrió un almacén para guardar alimentos, agua, hielo y generadores eléctricos en caso de que sean necesarios.

   «Hay suficiente en el almacén como para proveer 10.000 comidas y agua por dos días», dijo Easley.

   El CNH emitió un aviso de tormenta y una vigilancia de huracán desde Edisto Beach, en Carolina del Sur, hacia el norte hasta el Cabo Lookout, en Carolina del Norte, y advirtió que la alerta podría extenderse más al norte durante el transcurso del día.

   Un aviso significa que los efectos del ciclón deben sentirse en 24 horas, y una vigilancia extiende el período hasta 36 horas.

   A las 15H00 GMT Ophelia estaba a 320 km (205 millas) al sureste de Charleston (Carolina del Sur) y a 420 km (260 millas) al suroeste del Cabo Hatteras (Carolina del Norte), con vientos de 110 km/h (70 mph).

   El peligro es que se mueve lentamente a 3 km/h (2 mph) y seguirá su trayectoria hacia el noroeste, en dirección a la costa, adonde podría llegar fortalecido nuevamente, según el CNH.

   También tiene un amplio radio de vientos de tormenta que se extiende a 250 km (160 millas) de su centro.

   Desde su formación hace menos de una semana Ophelia se ha debilitado y fortalecido constantemente, pero ahora se encuentra sobre una sección de la Corriente del Golfo, con aguas calientes, que podría facilitar su fortalecimiento, indicó el centro.

   Ophelia es la decimosexta tormenta del año en el Atlántico y fue el séptimo huracán, y la zona entró el pasado 1 de septiembre en su etapa más peligrosa, cuando más tormentas se forman durante el año.

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