Las intensas lluvias provocaron el desborde de la cañada Guajimía

Los residentes de los diferentes sectores vulnerables del Gran Santo Domingo siguen reclamando la presencia y orientaciones de las autoridades

Aunque la tormenta Fred provocó incesantes y fuertes lluvias en el territorio dominicano, no dejó grandes estragos en sectores cercanos al río Ozama, y aunque se desbordó la cañada Guajimía, ubicada en Santo Domingo Oeste, los vecinos no se vieron obligados a dejar sus hogares.

Al mediodía de ayer aún corría por la calle el agua contaminada de la cañada, cuyo caudal t tuvo tanta presión que destapó una alcantarilla justo en medio de la vía. Sin embargo, la indignación de los vecinos fue dirigida a las autoridades y al síndico del municipio “por no ir en auxilio de la gente ni antes ni después de la tormenta.”

“Eso se desbordó, eso fue una cosa increíble y ninguna autoridad ha venido por aquí. Si el síndico pusiera de su parte destapara la cañada o crearía una comisión, porque es terrible tener agua contaminada en el patio”, exclamó la residente Ada Domínguez.

Mientras que el colmadero Bolívar Rodríguez expresó que a pesar del muro que tiene la entrada de su negocio, el agua entró obligándolo a cerrar a las 2:00 de la tarde del miércoles.

Por otro lado, en el barrio Los Coordinadores de Sabana Perdida los vecinos manifestaron que durmieron con un ojo abierto porque temían que el río penetrara sus hogares.
“Dormimos tranquilos, aunque con incertidumbre. Los días de lluvia uno se mantiene atento”, manifestó Freddy Pérez, quien lleva diez años viviendo en el sector. Asimismo, Gloria rincón aseguró que no pudo dormir por las fuertes lluvias, y que su patio se inundó.

En tanto que los habitantes a la vera del río en Los Tres Brazos, indicaron que durmieron tranquilos porque ya le conocen las mañas al caudal, afirmaron que el agua penetra las casas cuando cesa de llover. Pero algunos sí dijeron que durmieron “moca”.

“Nos quedamos en la casa, pero moca por si subía, arrancar. Ya el río no nos asusta, ya uno pasó el huracán George y está impuesto. Yo sé a la hora que puede subir; me levanto en la noche y lo chequeo y digo si sube o no”, declaró Dany Merán, quien lleva 30 años en el lugar.