Filipinas, (AP).- Una tormenta causó el martes enormes inundaciones y aludes en el noreste de Filipinas, donde dejó al menos 10 muertos y 10 desaparecidos, así como varias localidades aisladas a medida que se desplaza lentamente.

El gobernador de la provincia de Albay, Joey Salceda, dijo que tres niños perecieron debido a un alud en el poblado montañés de Polangui, en tanto que dos hombres murieron aplastados por una palmera caída.

Otras dos personas murieron en accidentes relacionados al temporal en la misma provincia. Catorce pescadores que estaban desaparecidos sobrevivieron porque nadaron hasta la playa y recibieron la asistencia de lugareños en la provincia de Quezon, dijo Benito Ramos, administrador de la Oficina de Defensa Civil.

El ventarrón y el oleaje destruyeron la embarcación de motor de los pescadores frente a la isla de Balesin, en Quezon. «Muchos de nuestros poblados parecían islas.

Quedaron aislados unos de los otros», dijo Salceda a The Associated Press por teléfono desde la capital de Albay, Legazpi, donde supervisaba las acciones de socorro para los aldeanos varados. Otras víctimas fatales incluyen un hombre que se electrocutó con un cable de un poste caído, mientras que uno más se ahogó en la provincia de Catanduanes, en el este.

Un aldeano sufrió un ataque al corazón durante el momento de mayor intensidad de la tormenta en la provincia de Camarines Sur.

Los meteorólogos dijeron que la tormenta, de nombre Nock-ten, tenía vientos sostenidos de 75 kilómetros por hora (47 millas por hora) y ráfagas de 90 kph (56 mph) frente a la provincia oriental de Camarines Norte. Arrojó intensas lluvias mientras avanzaba lentamente hacia la costa este de Luzon.