Aunque su primer rival, Boston Celtics, con sus estelares Kevin Garnett y Ray Allen (algunos pronosticadores los dan para ganar la Conferencia del Este y llegar a las finales de liga), no hay duda alguna que los Raptors tendrán algo que decir sobre eso. Boston y Toronto no sólo son rivales de conferencia, sino que comparten la misma división, de cuya azotea será muy difícil bajar al quinteto canadiense.

El equipo sorpresa del año pasado llega a este torneo con un año más de madurez y una mejor idea de que tipo de baloncesto deben desarrollara para ser exitosos. La temporada pasada, tratando de complacer a su jefe, el técnico Sam Mitchell trató de implementar un estilo de juego rápido, de cancha abierta y posesiones cortas, tal como el que utilizan los Phoenix Suns. No era para menos; el gerente general de los Raptors, Brian Colangelo, quien había desempeñado igual cargo para la franquicia de Arizona, le tenía mucha fe a esta forma de jugar que tantos buenos resultados le había dado a su antiguo equipo y la idealizaba como la solución a los problemas en ataque que habían presentado los Raptors en temporadas recientes.

Pero el equipo comenzó jugando para registro de dos victorias y ocho derrotas en sus primeros diez encuentros y los rumores de un próximo despido de Mitchell no se hicieron esperar. Fue entonces cuando el técnico decidió que, si iba a jugarse su permanencia, lo haría con el estilo de juego en el que él confiaba y no con uno que le fuera impuesto por la gerencia. El cambio no rindió los frutos esperados inmediatamente; Toronto tuvo marca de 5 y 6 en los próximos 11 partidos. Pero el conjunto engranó de a poco y terminó con registro de 40 y 21 en sus últimos 61 encuentros, el cuarto mejor registro de toda la NBA después de diciembre 12 de 2006 y sólo superado por Dallas, Phoenix y San Antonio (todos de la Conferencia del Oeste).

Aunque fueron eliminados en la primera ronda de los playoffs por los New Jersey Nets (mucho tuvo que ver la seria lesión en una pierna que terminara prematuramente la temporada del alero Jorge Garbajosa), los Raptors consiguieron varios galardones nunca antes obtenidos por la franquicia. Aparte del ya mencionado título de división, tuvieron la mayor mejoría de un año para otro (con 20 victorias más que la temporada previa), establecieron una marca de victorias como local para la franquicia (30), acomodaron a dos jugadores en el primer cuadro de honor de novatos de la liga (Garbajosa y Andrea Bargnani), contaron con uno de sólo 5 jugadores en toda la NBA que promediaron al menos 20 puntos y 10 rebotes (su estelar ala-pívot Chris Bosh y empataron la marca del club.