Nuestro país tiene la gracia de exhibir unos creativos que, además de sus condiciones políticas, no tienen filtro que les detenga en su afán por alimentar su ego… “Desde ayer, vengo pedaleando por las ciclovías de la capital y no logro encontrar a Píndaro… ¡Parece que se lo tragó la tierra!” –exclama Minino-.
Pasando frente a un vendedor de fritangas, sentado al borde de la calzada alcanza finalmente a verlo… “Eyyy… Píndaro… ¿Qué haces ahí agachado?” –pregunta… y, la respuesta no se hace esperar: “Las redes sociales han estado tan calientes que no quiero quemarme las manos… Prefiero documentarme bien sobre la jeringa esa de la torre que han colocado en pleno tránsito de la parte Oeste en la capital…”.
“Espérate –dice Minino- déjame bajarme de mi bicicleta y te acompaño en tus existenciales y profundos estudios aclaratorios… ¡Dime ahora!” –le inquiere sentado junto a él-….“Mira –comenta Píndaro-, ayúdame a hacer una comparación entre esta mole de hierro que tenemos frente a nosotros y la que dio origen a su réplica… Dice en esta noticia, que la ‘Torre Eiffel’ fue diseñada por el arquitecto Stephen Sauvestre y construida por el ingeniero francés Alexandre Gustav Eiffel y sus colaboradores, para la Exposición Universal de 1889 en París…” –Minino le interrumpe- “¡Diantre!… ¡Igualito que aquí!… Mira, Píndaro, han puesto una torre que yo la he bautizado como la ‘Torre Infiel’… Una sencilla razón: Esta copia es infiel a los principios para los cuales ha sido creado el entorno en el que a los creativos políticos se les ocurrió colocarla… Parece que reta a nuestra bandera, en un momento en que nuestra nacionalidad se ha puesto en juego… Hasta el mismo creador de la misma –El Artístico- se ha expresado públicamente contrario a su ubicación…”.
“Caray, que cierto lo que señalas, Píndaro –murmura Minino-… La torre original está localizada justo a orillas del Río Sena, en el extremo del Campo de Marte… ¡Es símbolo de Francia!… En 41 años, ha sido el monumento más visitado en el mundo… La miniatura dominicana ha sido colocada justo al lado de la Plaza de la Bandera, donde no hay Río Sena… ni a veces ‘cena’… La Torre Eiffel se construyó en dos años, dos meses y cinco días… La imitación que hoy sirve para mostrar lucecitas navideñas y así encandilar a los choferes, fue construida con otros fines por el artista romanense, al cual casi le da un infarto el sorpresivo invento de su ubicación actual…”.
“Oye bien Minino –indica Píndaro-, ya que tocas esa tecla, te quiero comparar la solemnidad con que se trata a la Torre Eiffel, y el descuido del invento que nos han empotrado en la capital… Tomemos aquellos puntos de referencia para observar la grandiosidad de ese monumento parisino y comparémoslos con aquellos lugares desde donde nosotros pudiésemos sugerir apreciar la nuestra…”.
“Para la obra parisina, el primer punto recomendado a los turistas es apreciarla desde El Trocadero… El mejor punto para ver el espectáculo de luces nocturnas porque siempre está abierto y es gratis… Ahora, enumeremos los posibles puntos de observación de la Torre Infiel: Los edificios del Ministerio de las Fuerzas Armadas, de la Junta Central Electoral, Inespre, y del CEI-RD… ¡Atrévase a entrar de noche en unos de esos edificios a ver las lucesitas navideñas… ¡Peso a moriqueta que no lo logra!” –sentencia Píndaro-… ¡A menos que esté pegao!”.
“El segundo observatorio parisino es el Arco de Triunfo, allí subimos 284 escalones y llegamos hasta su cima: ¡Frente a nosotros, la espectacularidad de su torre!… Aquí, desde un carro público o privado, tienes que hacerte el fuerte y desafiar el tráfico de unas cuatro vías en continuo movimiento para apearte… luego, subir ocho escalones para ubicarte ‘debajo’ del Arco de la Bandera… ¡dándole la espalda a la misma!”.
“Otra ubicación para observar es desde Montparnasse, un rascacielos de 210 metros que se ha convertido en el segundo edificio más alto, precisamente después de la Torre Eiffel… En nuestro país, para ver la Torre Infiel en navidad deberemos visitar una hamburguesería a media cuadra del adefesio y, si es que vas en tu carro, mientras echas unos cuantos galones de gasolina – intentar contar los bombillitos en la misma…”.
“Otra recomendación a los turistas en París, es la referencia romántica del Hotel Raphael… Allí, mientras tomas una copa de champán y observas la Torre Eiffel, eres importante testigo de una puesta de sol en la ciudad más romántica del mundo… Aquí, por el contrario, te puedes sentar al borde de la cuneta en el triángulo de ubicación de la Torre Infiel… concentrarte… –luchando con los malos olores de la zona- a ver el ‘hermoso tapón’ de la Isabel Aguiar’.
“Por último, en París te trasladas hasta el Puente de Bir-Hakeim y, desde él, puedes captar vistas sobrecogedoras del Río Sena y de la misma Torre Eiffel… Aquí, no busquemos un puente y un río cerca de nuestra Torre Infiel… ¡No los vas a encontrar!… Como, lamentablemente, no existe el más mínimo respeto por nuestra principal imagen de marca como nación: ¡Nuestra Bandera!”.