PANAMA (AFP).- El Congreso de Panamá aprobó la madrugada de este lunes una controvertida reforma de la Caja del Seguro Social (CSS), propuesta por el presidente Martín Torrijos, pese a las violentas protestas callejeras que se realizaron en la capital y otras ciudades durante la semana anterior.

Torrijos, quien ya impulsó el año pasado cambios a la Constitución creada durante el régimen militar que dirigió su fallecido padre, el general Omar Torrrijos, y una reforma fiscal rechazada por la empresa privada hace 4 meses, dijo que la nueva ley de la CSS evitará la quiebra de la entidad en el año 2012.

Según Torrijos, la entidad tiene un déficit de 4.000 millones de dólares.

Presionado por las protestas, el gobernante se reunió el fin de semana con líderes empresariales y del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (CONATO) que agrupa a los sindicatos privados que no apoyan una huelga decretada por el Frente Nacional por la Defensa de la Caja del Seguro Social (Frenadeso) y la Federación de Empleados Públicos (FENASEP).

El propósito era suavizar el paquete de reformas, y los diputados introdujeron 142 cambios al proyecto original presentado por Torrijos, incluyendo una reducción de la edad de jubilación propuesta para las mujeres, de 62 a 60 años, aunque la edad de jubilación de los hombres se mantuvo en 65 años.

Como una concesión, Torrijos propuso y logró que la Asamblea Nacional (Congreso) aprobara que todos los trabajadores que al 1 de enero de 2007 no puedan retirarse con las 300 cuotas fijadas en la nueva ley, pero que hayan completado las 180 cuotas que se exigen actualmente, se puedan jubilar sin dificultades pese a la reforma.

El descontento se mantiene, sin embargo, y los médicos de los hospitales públicos, miles de maestros y profesores y 9.000 funcionarios de la CSS ratificaron este lunes su respaldo a la huelga.

Un portavoz de Frenadeso, Andrés Rodríguez, dijo que los trabajadores, educadores y médicos marcharán hacia la Asamblea Nacional este lunes en la tarde y el miércoles movilizarán a miles de personas para «una gran marcha nacional» en la capital.

El secretario de defensa del Sindicato Unico de Trabajadores de la Construcción (SUNTRACS), Saúl Méndez, advirtió que si los autobuses que transportarán el miercoles a los trabajadores a la capital son detenidos, «en ese lugar se cerrará la vía Panamericana y se convertirá el lugar en un punto de resistencia».

Méndez denunció que 100 personas detenidas durante las protestas de la semana pasada continúan presas. La Policía sólo reconoció 76 arrestos.

El dirigente sindical advirtió que desde el miércoles se mantendrán en las calles para que la ley de reforma sea retirada de la Asamblea Nacional, tal como ocurrió en 1979, cuando el régimen militar que gobernó al país entre 1968 y 1989 tuvo que desistir de una refoma del sistema educativo.

En varios distritos de la capital y en las provincias de Coclé, Bocas del Toro, Chiriquí (oeste>), Veraguas y Colón (Caribe) funcionarios del seguro social en huelga, educadores y obreros de la construcción cerraron parcialmente estratégicas avenidas, realizaron piquetes y marcharon en respaldo al Frenadeso.

La rectoría de la estatal Universidad de Panamá desistió de reanudar las clases «por no existir las condiciones para darle seguridad a los estudiantes», ante el clima de inestabilidad provocado por las protestas callejeras.

«No estamos de acuerdo con los madrugonazos. Vamos a estar en esta pelea hasta ganar y que se retire el proyecto», advirtió la principal dirigente de los funcionarios del Seguro Social, Priscila Vásquez.