Torrijos promete acabar pobreza

Torrijos promete acabar pobreza

PANAMÁ (EFE).- El presidente electo de Panamá, Martín Torrijos, promete gobernar con un nuevo talante, sin revanchismo y abierto a un pacto social para acabar con la pobreza y la corrupción.

El hijo del mítico general Omar Torrijos (caudillo de Panamá desde 1968 a 1981), ha convocado a todas las fuerzas políticas, sociales y productivas a sellar un pacto social «para derrotar la pobreza, la corrupción y la desesperanza».

Con 40 años de edad, Martín Torrijos será uno de los presidentes panameños más jóvenes en los 100 de historia del país, tras su holgada victoria el domingo al obtener el 48 por ciento de los votos mientras que su más directo adversario, el ex presidente Guillermo Endara, logró el 31 por ciento de los sufragios.

En los últimos años, Martín ha capitaneado una renovación orgánica del Partido Revolucionario Democrático (PRD), una formación nacida al calor del autoritarismo militar de Torrijos y el general Manuel Antonio Noriega, actualmente preso en Florida (EEUU).

El presidente electo ha puesto al PRD en la senda de la modernidad y el pragmatismo, hasta el punto de que se presentó en las elecciones en una alianza junto a uno de sus antiguos adversarios, el Partido Popular, la antigua Democracia Cristiana.

Esta ingeniería política, según diversos analistas políticos consultados hoy por EFE, ha dado un nuevo rostro al partido, ha calado en el electorado y le ha posibilitado obtener sus mejores resultados electorales, ya que su techo estaba en el 38 por ciento.

El gobierno que forme Martín, -que además de economista tiene una licenciatura en Ciencias Políticas-, tiene unos retos políticos estrechamente relacionados con la mejora del sistema económico y financiero y con una más justa distribución de la riqueza.

Torrijos defendió en su programa electoral «reorientar el rumbo equivocado de la economía panameña» y promover una reforma tributaria.

«El pacto social será serio y participativo. Un pacto social que logrará las transformaciones que desde hace años reclama la sociedad», dijo Torrijos en la noche de su victoria electoral.

Panamá tiene una deuda de más de 8.700 millones de dólares, donde la tasa de desempleo ronda el 14 por ciento y la pobreza golpea a cuatro de cada diez ciudadanos.

En su programa de gobierno, Torrijos prometió combatir estos males «en todos los frentes y desde todos los ángulos».

Igualmente importante en la agenda del próximo presidente será la expansión del Canal de Panamá, operación que, se calcula, costará alrededor de 5.000 millones de dólares.

El Canal, cuya soberanía logró Panamá en 1999 gracias a los acuerdos firmados en 1977 por el padre del presidente electo y el presidente estadounidense Jimmy Carter, corre el riesgo de quedarse obsoleto si no se amplía para permitir el paso de buques Post Panamax, según algunos estudios.

En el terreno comercial, Torrijos se ha mostrado a favor de un Tratado de Libre Comercio entre su país y EEUU, cuya primera ronda de negociación se celebró la semana pasada en Panamá.

Un aspecto delicado en la agenda del próximo gobierno de Martín Torrijos va a ser el mantenimiento de la promesa electoral de no privatizar la Seguridad Social, que está a punto de colapsar.

El PRD, organización perteneciente a la Internacional Socialista, ha regresado al ejecutivo panameño, donde estaba ausente desde 1999, cuando dejó el gobierno Ernesto Pérez Balladares.

Pero a Panamá le queda todavía un largo periodo de tiempo para despejar la incógnita de si las promesas electorales de Torrijos se cumplirán, toda vez que no asumirá la presidencia hasta el próximo 1 de septiembre, fecha en que dejará el palacio presidencial Mireya Moscoso.

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