Tortuoso retorno  a casas llenas de lodo  en barrios inundados

Tortuoso retorno  a casas llenas de lodo  en barrios inundados

Un retorno tortuoso, lleno de dificultades y de desesperanza iniciaron ayer miles de familias en los barrios y comunidades inundadas por ríos y cañadas por los aguaceros de la tormenta Isaac, ya que las viviendas que tuvieron que abandonar ahora están llenas de lodo y los ajuares dañados.

Otros miles todavía no han emprendido el retorno y permanecen en refugios y  casas de familiares y vecinos, porque sus viviendas aun se mantienen bajo el agua, mientras las enfermedades y los insectos ya comienzan a llegar, como si los estuvieran esperando.

La situación de más de dos mil familias en el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo se agrava por la escasez de agua potable del acueducto, lo que dificulta la labor de limpieza de los hogares que quedaron cubiertos por el agua.

Es tan difícil la situación, que los habitantes de La Barquita, La Lata, El Tamarindo y Cansino Adentro, en Santo Domingo Este; Las Cucarachas y Los Coordinadoras,  en Santo Domingo Norte, entre otros, utilizan las mismas aguas contaminadas de los ríos para tratar de sacar el lodo de sus viviendas.

Juan Tomás Tifá, del barrio Las Cucarachas, muestra cómo cientos de casas en ese lugar están bajo las aguas sucias de un cachón del río Ozama, al  tiempo que comienzan a abundar los mosquitos y enfermedades en la piel, principalmente en los niños.

Mairelí Galvá, residente en  el barrio Los Coordinadores, es madre de cuatro hijos y la más pequeña, de apenas siete meses, padece de neumonía.

A pesar de su padecimiento, la niña permanece bajo una lona plástica en la calle Los Pinos.

A pocos metros está el proyecto habitacional de 180 apartamentos que construyó el Gobierno y que fue inaugurado recientemente, pero los apartamentos fueron repartidos entre los políticos, según denunciaron  los damnificados, a quienes pusieron a bailar el día de la entrega de las viviendas para hacer creer que las casas eran para ellos.

En La Barquita, Héctor Holguín,  su mujer y sus hijos  sacaban de su vivienda  colchones, vestimentas y otros menesteres dañados, mientras trataba de limpiar la casa con la propia agua contaminada del Ozama.

“Es el momento para que el presidente Danilo Medina haga lo que nunca se ha hecho”, respondió Holguín cansado  de la cruz que lleva a cuestas desde hace décadas, sin que ninguna gestión se conduela de sus calamidades.

Zoom

Comedores

Ayer varias unidades de Los Comedores Económicos fueron colocados cerca de los damnificados para comenzar a abastecer de alimentos a los afectados en los diferentes barrios vulnerables. Los afectados por crecidas de ríos y cañadas exigen acciones más contundentes, como reubicarlos en lugares más seguros y terminar con esa pesadilla cada año.

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