Totalmente agotado

Totalmente agotado

El gobierno de Leonel Fernández arriba a su último año con una sola bandera ondeando en el pináculo palaciego. La estabilidad cambiaria. A costa de aumentar la deuda del Banco Central con emisiones de título (de RD$87 mil millones en el 2004 a RD$234 mil millones en el 2011) y de hundir la competitividad del país, ha mantenido bajo un estricto control de la tasa de cambio.   

Para algunos economistas y parte de la población eso significa estabilidad macro-económica. No importa que el déficit fiscal del gobierno en los últimos años sobrepase el 3% del PIB, y muy por encima de la meta fijada en el acuerdo con el FMI, o que la deuda pública se haya más que duplicado, comprometiendo casi el 40% del presupuesto al pago de intereses y capital; la realidad es que la tasa de cambio se ha mantenido fuertemente anclada y sobrevaluada. Tampoco importa la calidad del gasto, donde el despilfarro, la corrupción y el clientelismo, han dominado el   panorama nacional.  

Nada ha significado para estas autoridades el impacto que tiene en la economía esa pérdida de competitividad por una tasa sobrevaluada, que se ha traducido en un inmenso desequilibrio en las cuentas externas, con las exportaciones en caída libre y las importaciones en los cielos. El déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos está cercano al 10% del PIB y eso representa un desbalance de US$5,000 millones al año, que se ha cubierto gracias a un desbordado endeudamiento externo, ya que la inversión extranjera directa también está en picada por la corrupción, la falta de transparencia y las cambiantes reglas de juego que dominan el quehacer público.

En lo sectorial, este gobierno ha significado un retroceso total. En materia de salud, nunca antes se habían desatado tantas epidemias que han causado muerte y desolación en miles de familias, ante el manejo ineficiente e irresponsabilidad de un Ministerio de Salud que solo sabe politiquear, ocultar información y nombrar botellas. El estado deplorable del Hospital Cabral y Báez, el más importante de todo el Cibao, es una muestra de hasta dónde llegan estos depredadores de recursos en el descuido de la salud de los dominicanos.

En educación, no solo se han burlado de las demandas de toda una sociedad que pedía el 4% del PIB para este sector, sino que han bajado esa proporción respecto a la que existía 10 años atrás. Es una verdadera catástrofe lo que sucede con la educación dominicana, donde cientos de centros educativos no están habilitados para recibir a los estudiantes en el nuevo ciclo escolar. Sobre la calidad de la enseñanza y de los maestros que imparten docencia, nuestro sistema educativo está entre los peores del mundo.

La agricultura es un puro relajo. Las importaciones de alimentos han subido entre un 20% y 40% en los últimos 6 años. La producción de víveres se ha reducido, la de granos también, la ganadería de leche está quebrada, la industria avícola colapsó, la exportación de bienes tradicionales es la tercera parte de lo que fue en sus años dorados y todo el interés de las autoridades se centra en las comisiones que cobran por las importaciones.

El turismo decreció un 3.5 en el primer semestre del 2011, y gradualmente pierde fuerza y competitividad ante la indiferencia gubernamental y las zonas francas perdieron 90 mil empleos cuando se le ocurrió al presidente decir que ese modelo estaba agotado.

¿Qué puede ofrecer Leonel Fernández en lo que resta de su mandato? Metros, túneles y elevados mientras la miseria sigue haciendo estragos en todo el país.

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