Su verdadero nombre era François Dominique Toussaint, pero como esclavo hasta los 33 años era simplemente Toussaint de Breda, nombre de la plantación propiedad del conde de Breda, cerca de Le Cap, principal ciudad del norte de la colonia francesa de Saint Domingue.

El nombre de “Louverture” (la apertura) lo obtuvo más tarde cuando se abría paso entre las filas enemigas.

Tuvo dos hijos en su matrimonio con una esclava libre Pauline (los que registra la historia), pero en realidad criaron cuatro, ya que su esposa tenía uno antes del enlace, y más tarde el propio Toussaint adoptó a una niña huérfana de 10 años en una de sus campañas militares. Sus nombres eran Placide, Isaac, Saint-Jean y Rose.

También procreó algunos hijos fuera del matrimonio, uno de ellos, Charmay Toussaint lo tuvo con una liberta llegada desde la isla de Guadalupe.

Los descendientes la recuerdan con el nombre de Esir. Charmay creció con su madre y finalmente se casó y tuvo un hijo que nació el 18 de octubre de 1879; lo bautizaron con el nombre de Vertizó Toussaint.

Vertizó era un negro puro de orígenes africanos pero nacido en Haití.

Durante muchos años sirvió en la guardia del ejército haitiano, de formación autodidacta; sus maestros fueron los libros y su universidad la vida.

Al igual que su abuelo Toussaint Louverture, Vertizó tenía amplios conocimientos de medicina natural, era un importante curandero muy conocido entre sus hermanos de raza por sus conocimientos de santos, misterios, creencias y sobre los dioses del bien y del mal; en suma gran conocedor del Vudú. Fue un estudioso de su historia y un gran exponente de su apellido.

En Haití, junto con otro compañero, colaboró en los cuidados de una terrible epidemia de peste negra que asoló el país dejando un buen número de víctimas.

En el pueblo de Santana conoció a Estela Polo Gómez, una modista campesina que comenzó a trabajar en la casa de Toussaint.

Se embarcaron durante meses tratando de recuperar las huellas de su abuelo Toussaint Louverture.

La descendencia directa. Con ella Vertizó tuvo su primera y única hija, a los 73 años, y la llamaron Ana Rose Toussaint, quien casualmente nació a bordo de un barco francés en la larga travesía de regreso desde el continente africano.

Un tiempo después, en ausencia de Vertizó, Estela dejó a su hija a una familia con quien la pequeña tenía que trabajar muy duro para poder justificar un plato de comida.

Cuando Vertizó regresó al pueblo y vio la situación en la que estaba viviendo “la niña de sus ojos”, decidió quedarse con ella viéndose obligado a ejercer de padre y madre a pesar de sus 84 años.

Por crisis política. A consecuencia de la crisis que se generó en 1963 entre la Cuba de Castro y el Haití de Duvalier, el dictador haitiano comenzó a perseguir, detener, torturar y ejecutar comunistas. Vertizó Toussaint, por su ideología de izquierda, tuvo que cruzar la frontera dominicana en busca de refugio. Ya entonces recibía un cheque de las Naciones Unidas por los servicios prestados.

La joven Ana Rose Toussaint vivió junto a su padre hasta ser mayor de edad.

A sus 19 años se casó con Alejandro Pie, de 69, haitiano de nacimiento pero residente en la República Dominicana desde 1914, y se va a vivir con él a los Estados Unidos.

En 1987, Vertizó, ya viejo y cansado, quiso regresar a Haití, y es cuando Ana Rose viene a vivir a la República Dominicana para permanecer más cerca de su padre, quien muere en 1992 a los 113 años.

Hombre singular que luchó por su familia y enfrentó todo para hacer valer el apellido Toussaint, una saga que aún hoy continúa.

Entre sus objetos de colección Vertizó conservó la bandera de Zimbabwe (África), la antigua bandera de Haití, (similar a la de Francia pero sin el cuadro blanco que Toussaint Louverture eliminara dejando solo los colores que representaran a negros y mulatos), y junto a ella, la Dominicana.

Por último, una interesante y vital base de datos, los cuales hoy subyacen en un espacio desconocido, pero en proceso de recuperación.

Ana Rose Toussaint se volvió a casar, esta vez con el dominicano Ramón Mercedes de Jesús Castro y tuvieron cuatro hijos.

Tres de ellos llevan el apellido “De Jesús Toussaint”, sin embargo yo, Deisy Toussaint, por razones personales solo fui declarada por mi madre.

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El orgullo
“Es un orgulloso llevar un apellido que ha recorrido historias de esclavitud, de honor y de libertad. Una estirpe de luchadores en pos del respeto, del bien y de la igualdad. Y como predijo el mismo Toussaint Louverture: “Al derrocarme, solo se ha abatido el tronco del árbol de la libertad de los negros. Pero éste volverá a brotar de sus raíces, porque son muchas y muy profundas”.