¿Trabaja torpe nuestra Justicia?

¿Trabaja torpe nuestra Justicia?

En enero de este año el total de internos en las cárceles del país  era de 17,136, de los cuales 10,861 (63.38%) eran preventivos y 6,275 (36.62%) estaban condenados. A esta fecha de  septiembre, en el país hay  18,391 internos en las cárceles, de los cuales 11,403 (62%) son preventivos y 6,988 (38%) están condenados. De enero a septiembre ha habido un aumento de 1,255 internos, de los cuales 542 son preventivos y  713 condenados. Estas cifras de la Dirección General de Prisiones parecen indicar que la  administración de justicia no marcha en armonía con el espíritu del Código Procesal Penal, por  la alta proporción de internos preventivos.

Algunos juristas se quejan de que los jueces tienen predilección por aplicar medidas de coerción en casos que podrían resolverse mediante garantías económicas. Esta práctica parece ser la responsable de la alta proporción de presos preventivos. Otro factor que entorpece la marcha de la administración de justicia es que son frecuentes los incidentes presentados por partes de los procesos, para tratar de ganar tiempo y colocar las circunstancias en plazos que convengan a sus representados. El hecho es que la proporción de internos preventivos es muy alta en relación con la de condenados y en función del total de internos. Es necesario que  las autoridades competentes analicen la situación y le busquen el remedio más adecuado.

 

Eficiencia  en el gasto público

El acuerdo que se negocia con el Fondo Monetario Internacional le permitirá al país acceso a recursos frescos de varias fuentes externas. Será una inyección importante de divisas fuertes en momentos en que se registra una caída dramática de los ingresos fiscales por causa de la crisis financiera global y la recesión y se hace necesario cubrir el presupuesto general del presente año para honrar obligaciones económicas  internas y externas.

El hecho de que vamos rumbo a unas elecciones de medio término obliga a insistir en la necesidad de que haya un uso racional y eficiente de los recursos que ingresarán en virtud del acuerdo con el Fondo. Hay que tener en cuenta que el final de la crisis internacional no está aún a la vista, a pesar del optimismo que ha asomado a algunas naciones, y que, por tanto, no podemos contar en el corto plazo con un repunte de nuestras deprimidas exportaciones y captaciones fiscales. Prudencia  es la clave.

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