Kenneth Douglas, un trabajador de la morgue de Hamilton en Ohio, fue condenado por necrofilia tras admitir que había mantenido relaciones sexuales con más de 100 cadáveres.

Según Terra.com en su confesión, explicó que había abusado de tres cuerpos de mujeres, pero que había tenido sexo con unos 100 cadáveres.

 “Solo quería tirarme encima de ellos y bajar mis pantalones”, dijo Douglas y admitió que la mayoría de las veces estaba bajo la influencia del alcohol o de las drogas.

El sujeto fue declarado culpable de “abuso flagrante” en los casos de tres jóvenes: Karen Range, que fue casi decapitada; Charlene Appling, que estaba embaraza de seis meses cuando murió estrangulada; y April Hicks, que murió tras caerse de una ventana de un tercer piso.

 Las familias de las tres víctimas demandaron al condado de Ohio por permitir que esto sucediera en una de sus instalaciones. Desde la institución mantuvieron que no podían ser responsable de las acciones de todos sus empleados.

 Ahora, el Tribunal de Apelación dijo que fue “una imprudencia” no supervisar a Douglas y que sus supervisores eran conscientes de lo que estaba haciendo.

 Esta última demanda es la cuarta a la que se enfrenta este ex trabajador de la morgue, por supuesta manipulación inadecuada de cadáveres y del que se encontró su ADN en el cuerpo de tres mujeres lo que facilitó su condena.

 Una de las claves del caso fue el testimonio de la esposa de Kenneth Douglas, quien llamó personalmente a la morgue para alertar de que su marido llegaba a casa con olor “a sexo y alcohol».