Las trabajadoras domésticas dominicanas demandaron la aplicación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para que puedan tener salarios dignos, acceso a la seguridad social e igualdad en el horario laboral.
Durante una manifestación frente al Ministerio de Trabajo, ciento de trabajadoras domésticas afiliadas a la centrales sindicales, la Asociación de Trabajadores del Hogar (ATH), filial CNUS, así como el Sindicato Nacional de Trabajadoras Domésticas, filial CASC, y la Unidad Nacional de Trabajadores del Hogar de la CNTD, expusieron que ningún mecanismo se ha aplicado de este convenio. A pesar que en julio de 2013 fue ratificado por el Congreso e inscrito en la OIT en mayo de 2015 y entró en vigencia en mayo de 2016.

Elena Pérez, secretaria general de la ATH, destacó que existen 230,667 trabajadores domésticos, de los cuales el 96.5 por ciento son mujeres, y la mayoría son madres solteras y jefas de hogar que viven en condiciones de extrema pobreza. Expuso que además las trabajadoras domésticas aportan el 5.6% de la mano de obra ocupada.

Recordó que estas trabajadoras ejercen su labor en alto riesgo y vulnerabilidades, expuestas a violaciones de los derechos humanos y laborales, sin protección a las leyes laborales, malas condiciones del empleo y largas horas de trabajo.

Recordó que este convenio establece que se debe cumplir con la Constitución que reconoce que estas trabajadoras deben tener derecho a la seguridad social, derecho a la igualdad y no discriminación y que además el Código de Trabajo protege a los trabajadores (derechos fundamentales de trabajo).

Expuso que entregaron un documento para hacerle un llamado al ministro de Trabajo, Ramón Fadul. “El Presidente de la República ha expresado que tiene un compromiso con las mujeres, y las trabajadoras del hogar también somos mujeres y necesitamos protección”, dijo.
Agregó que la aplicación de este convenio podría sumarse a la lucha por combatir la pobreza, pues en el sector doméstico están empleadas muchas de las personas con menos ingresos y peor calidad de vida del país.