Madrid (EFE).- Trabajadores de las seis plantas que el consorcio aeronáutico europeo EADS-CASA tiene en España pararon ayer su actividad laboral durante cinco minutos como protesta por la decisión de EEUU de impedir el uso de tecnología estadounidense en los aviones que el Gobierno español ha vendido a Venezuela.

El paro se ha desarrollado de forma pacífica con la finalidad de llamar la atención de la sociedad y las autoridades para que actúen en defensa de la industria aeronáutica española y para que las cargas de trabajo de este sector no sufran por influencias políticas, señalaron a EFE fuentes sindicales.

La operación de venta de aviones a Venezuela, valorada en 1.700 millones de euros (2.040 millones de dólares), consolidaría a las compañías implicadas y estabilizaría su nivel de empleo, añadieron las fuentes.

Además, añadieron que no es comprensible que se vete el empleo de componentes tecnológicos norteamericanos para equipar los aviones CN-235 y C-295, ya que en 2004 Estados Unidos suministró a Venezuela material de armamento por valor de 24,6 millones de dólares.

Estados Unidos, a través de su embajada en Madrid, comunicó a las autoridades españolas el pasado jueves día 12 que su Gobierno había denegado las licencias solicitadas por EADS-CASA para transferir a Venezuela la tecnología estadounidense de esos aviones.

España y Venezuela suscribieron en Caracas el 28 de noviembre el contrato de venta de 12 aviones de CASA y de 8 fragatas construidas por la empresa estatal Navantia, en un acto celebrado en el palacio presidencial de Miraflores, al que asistió el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el ministro español de Defensa, José Bono.

Para argumentar la decisión de denegar estas licencias adoptada por la Administración de George W. Bush, la embajada estadounidense subrayó que Chávez «ha socavado sistemáticamente las instituciones democráticas, ha presionado y acosado a los medios de comunicación y a la oposición política y progresivamente incrementa su modelo de autocracia y oposición a la democracia». Asimismo, la representación diplomática estadounidense considera que «en una región necesitada de estabilidad política, las acciones y frecuentes declaraciones del Gobierno de Venezuela contribuyen a una inestabilidad regional», por lo que, a juicio de EEUU, la propuesta española de «venta de plataformas aéreas» tiene el potencial de «complicar la situación». A pesar de esta decisión estadounidense, el Gobierno español anunció el viernes que los contratos firmados con Venezuela «se deben cumplir», por lo que se sustituirán los componentes fabricados en EEUU por tecnología de otro origen.