Con solo 28 años, Willy Segura se ve impedido de trabajar, porque le faltan sus dos manos, las que perdió hace ocho años, cuando recibió una descarga eléctrica trabajando en una construcción.

Tras ese trágico accidente laboral el Fondo de Pensiones de los Trabajadores de la Construcción le otorgó una pensión de RD$5,000, con los que mantiene a sus cuatro hijos y su esposa. Hay unos 3,000 trabajadores en la misma situación de Segura, muchos peor, porque son ancianos.

Sin embargo, se ven amenazados de no recibir la pensión, pues un grupo empresarial solicitó al Tribunal Constitucional eliminar la Ley 6-86 que beneficia a estos trabajadores y a sus familias, eliminando la pensión que reciben. Por tal motivo, la Federación de Trabajadores de la Construcción anunció movilizaciones provinciales para el 8 de abril en reclamo de que no se elimine esa ley, porque sería injusto.