Trabajadores de PDVSA dudan en volver a casa

Trabajadores de PDVSA dudan en volver a casa

Ahora que Juan Guaidó puso en espera a una nueva junta de directores para Petróleos de Venezuela (PDVSA), necesita varios miles de empleados tras bastidores listos para salir al rescate.
Eso y un montón de dinero. Pero reunir un equipo experimentado, como lo intenta hacer el equipo de Guaidó, puede ser lo más complicado. Gran parte del personal profesional de PDVSA se fue hace más de una década a otros empleos en varios países.

Los miembros de base han disminuido, ya que los obreros y los choferes de camión se unieron al éxodo de un país que se encuentra en una crisis económica y política.

Revivir a la golpeada compañía estatal es una tarea crucial en cualquier plan para el futuro si el líder de la Asamblea Nacional sale victorioso en su intento, que ya lleva tres meses, de sacar al régimen de Nicolás Maduro. Revertir la producción desplomada será, según casi todos, necesario para regresar a los exiliados familiarizados con las peculiaridades de un negocio en el país con las reservas probadas más grandes del mundo.

“No es tan fácil como suena”, afirma Luis Salas, quien fue gerente de perforaciones en las plataformas de PDVSA durante 13 años. “Las promesas y realidades son dos cosas diferentes”.

La diáspora es global, con antiguos ejecutivos y técnicos emprendiendo nuevas carreras en Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá. Algunos terminaron en el Golfo Pérsico, en donde los países reclutan al reacio talento que sigue en Caracas.

“Todos los días ves a venezolanos llegar a Arabia Saudita”, mencionó Alejandro Ramírez, quien fue analista financiero en PDVSA y actualmente es asesor financiero para Saudi Aramco, la compañía nacional petrolera, en Dhahran.
Será difícil hacer que muchos refugiados regresen. “Llevo 20 años viviendo en el extranjero”, relata Ramírez. Sus dos hijas nacieron en Estados Unidos y fueron criadas en ese país. “No sé si volvería”.

La búsqueda de candidatos para trabajar en la nueva PDVSA lleva, irregularmente, 15 años. Comenzó tras el despido masivo en 2003 de 18 mil empleados que se unieron a una huelga y exigieron elecciones adelantadas para desafiar al entonces presidente Hugo Chávez. Gente del Petróleo, que mantiene una base de datos de exempleados, se fundó al siguiente año.

La búsqueda aumenta cada vez que la oposición parece lograr avances. El esfuerzo ahora “cobra fuerza” gracias a Guaidó, aseguró Juan Fernández, residente de Miami y quien fue director de planeación y riesgo en PDVSA hasta 2003.

No hay números confiables de los antiguos empleados que todavía están en la industria. Gente del Petróleo ha contactado a varios miles, dijo Fernández, les ha enviado encuestas sobre sus actuales puestos y miden el interés para ayudar a reconstruir PDVSA. “Hemos recopilado datos de gente afuera de Venezuela y hablado con el equipo de Guaidó para ver cómo canalizar mejor los recursos humanos”, dijo. Agregó que PDVSA era un “desastre” y se convirtió en un relajo.
PDVSA ha sido la joya de la corona, considerada una de las compañías petroleras estatales mejor dirigidas. Pero la negligencia, mala gerencia y trabajo duro la vaciaron a tal grado que ahora bombea alrededor de un millón de barriles al día, de los más de tres millones de cuando Chávez subió al poder.

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