Trabajar con la violencia produce “desgaste”

Trabajar con la violencia produce “desgaste”

POR ODALIS MEJIA
Los niveles de “desgaste” que viven los profesionales que trabajan con el tema de la violencia es muy alto y afecta su salud física y emocional, por lo que las instituciones que tienen que ver con ese problema deben diseñar estrategias de acompañamiento que refuercen su capacidad laboral.

Así lo expresó la doctora Ana María Aron, maestra de psicología de la Universidad Católica de Chile e investigadores y especialista en violencia intrafamiliar y doméstica, al impartir en el seminario dirigido a profesionales que trabajan en esa área, organizado por el Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (PACAM).

Consideró que el tema de la violencia es muy contaminante, por lo que deben cuidarse a los psicólogos, docentes, psiquiatras, personal de justicia y de salud que tratan ese problema.

“El desgaste es un cansancio que más allá que un esfuerzo físico porque cuando se contactan con estos temas se contactan con las propias experiencias de vidas y más en los países latinoamericanos, donde los niveles de violencia están presente en los diferentes estratos sociales”, expresó Aron.

Señaló que trabajar el problema de la violencia afecta considerablemente la salud de los profesionales con enfermedades de la columna, estrés crónico, úlceras, artritis, dolores en el cuello y en diferentes partes del cuerpo.

Dijo que estas enfermedades provocan ausentismo laboral y, peor aún, ocasionan que el profesional abandone el campo de trabajo.

Aron dijo que es necesario que las instituciones que trabajan con el tema de violencia deban tener en cuenta que esto tiene un gran impacto en los profesionales, por lo que deben  dirigir la mirada hacia ellos, ya que se trata de una profesión de riesgo y por lo tanto tienen que desarrollar factores de protección.

Consideró que las instituciones deben preocuparse por cuidar sus recursos humanos a través de la creación de espacios los que profesionales puedan expresarse y ser asistidos.

También planteó que esos especialistas sean capacitados de forma continúa, ya que el abordaje profesional de la violencia es nuevo y los centros de formación no ofertan estas áreas.

“Trabajar sin herramientas teóricas y prácticas es muy difícil es como construir una casa con las manos. Se necesita capacitación continúa y apoyo logístico adecuado y que no haya maltrato institucional que sobrecargan al profesional”, indicó.

Puso como ejemplo que los docentes tienen los niveles más altos de licencias médicas por problemas laborales que no se superan saliendo algunos días del trabajo, sino con terapias de acompañamiento.

A juicio de Aron otro elemento que afecta el desempeño laboral de los profesionales que trabajan con violencia son los liderazgos autoritarios y verticales que son muy nocivos y contribuyen a producir enfermedades en este tipo de trabajo.

Señaló que es necesario establecer grupos de trabajo  lo más democráticos y participativo posibles.

En el seminario también habló Soraya Lara, vicepresidenta del PACAM, señaló que el ejercicio de cuidado y protección hacia las mujeres víctimas de violencia es una intervención que demanda de los profesionales una atención intensa y prolongada que expone al profesional al estrés crónico.

Publicaciones Relacionadas